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Mostrando entradas de noviembre, 2025

5 errores que no quiero que cometas

Uno de los principales objetivos de este espacio es ayudar, desde la experiencia, a quienes están emprendiendo. En estas líneas mezclo lo que he aprendido construyendo Acción, todo lo que he absorbido trabajando con la gente de 2 Brain Business, lo que he visto acompañando a otros emprendedores y el conocimiento que he recogido en los libros de negocios que llevo años estudiando. Con el tiempo he comprendido algo simple pero incómodo: cambiar es difícil. Muy difícil. Tendemos a quedarnos atrapados en nuestras “formas”, y los procesos de transformación siempre toman más tiempo del que imaginamos. Por eso, mientras antes identifiques tus errores y los aceptes, antes podrás cambiar. El primer paso siempre es reconocer que tenemos un problema. 1. Deja de perseguir sensaciones y toma control de tus números. Uno de los errores más comunes que observo —y que he cometido múltiples veces— es emprender desde sensaciones y no desde números. Muchos creen que saber cuánto venden es suficiente, cuan...

Ser poco Hombre - ser mucho hombre

"Eres un poco hombre", recuerdo que ese era uno de los insultos más terribles que te podían decir cuando era chico. Era un ataque directo a tu masculinidad, a tu identidad, te lo podían decir por golpear a una mujer —“es de poco hombre”— o por tener una actitud cobarde, arrancar del conflicto, hablar mal de otra persona sin decírselo a la cara. Era un apelativo duro, doloroso, era humillante. Hace unos días se conmemoró el día del hombre. La verdad, no tenía conocimiento de su existencia; me tomó por sorpresa, pero me tuvo toda la semana reflexionando. ¿Qué es ser un hombre? Curiosamente, solo escribir la pregunta me incomoda. No quiero por nada del mundo meterme a la discusión de identidad de género. Como no soy experto en nada de eso, voy a contestar desde mis 43 años de experiencia habitando un cuerpo de hombre. Cuando era niño, recuerdo que era importante “proteger mi masculinidad”. ¿Protegerla de qué, de quién? No lo sé, pero sí recuerdo querer ser hombre, porque era una...

Construir sólidas bases

Hace un par de semanas soy parte de un grupo de emprendedores donde nos juntamos una vez a la semana a compartir un café y tratar de darle intención a nuestra semana. Es un lindo ritual que nos permite encontrarnos con un momento de claridad antes de que la urgencia del día nos atrape. A veces caigo preso de esa ansiedad por comenzar, de la necesidad de sentirme ocupado. Tenemos cientos de cosas por terminar, siempre falta algo: recursos, gente, ventas… y queremos atacar los 150 pendientes cuanto antes. Esta reunión es lo contrario: un pequeño freno. Para la mayoría ocurre a las 6 AM; para mí, gracias al desfase horario, es a las 8 AM. De todas formas me ayuda a ordenar la cabeza y darle dirección a la semana. Es un ritual que recomiendo con fuerza. Esta semana partimos conversando sobre lo que cada uno había hecho bien la semana anterior. Una especie de chequeo de pasos firmes, de victorias pequeñas. Todos compartieron algo, pero una historia captó especialmente mi atención. Karen, qu...

Los mejores entrenadores

Hace un tiempo que ese es el sueño que ronda en mi cabeza: tener a los mejores entrenadores en Acción CrossFit. Creo que ese sueño estuvo ahí desde el primer día. Siempre quise rodearme de los mejores, trabajar con los mejores. Pero tarde o temprano surge una pregunta inevitable: ¿Qué define realmente al mejor entrenador? Al principio busqué por el camino que parecía lógico. Miré carreras universitarias, certificaciones, títulos, cursos… Pensé que mientras más estudios tuviera un entrenador, mejor sería. Pero la decepción fue grande. No encontré ahí lo que buscaba. Y esa frustración me reveló un problema aún mayor: yo mismo no tenía clara la definición de “mejor entrenador”. Solo tenía el deseo, no el criterio. Con el tiempo empecé a notar cualidades que sí estaban presentes en quienes realmente impactaban a las personas: conexión, empatía, carisma, comunicación, presencia, actitud. Todas cosas que no venían en ningún currículum académico. Muchos entrenadores que traían esas habilidade...

No perder el entusiasmo

Al final del 2021 me lancé a intentar, por primera vez, “mentoriar” a otro centro de entrenamiento. Fue a través de un sorteo. En ese momento llevaba unos tres años trabajando con mi mentor; había atravesado una pandemia, había visto mi proyecto desplomarse y estaba trabajando arduamente en volver a levantarlo. ¿Por qué me lancé a intentarlo? Me impulsó la necesidad de mostrar a otros lo valioso que puede ser recorrer este camino acompañado. Cómo tu relación con tu emprendimiento puede cambiar por completo solo por encontrar a la persona adecuada que te guíe. Y, no menos importante, quería ayudar a otros a construir proyectos rentables, que les permitieran vivir el estilo de vida que soñaban. Ese desafío me parecía profundamente atractivo. Llevaba años desarrollando mis proyectos y siempre me había enfocado en la rentabilidad. Disfruté mucho esa primera experiencia. Como toda primera vez, fui demasiado ambicioso. Esperaba cambios rápidos, transformaciones grandes. El trabajo duró tres ...

Empezar todo de nuevo

En algún momento de la pandemia recuerdo cuando pensé que el proyecto se había terminado. En ese momento de desesperanza me puse a hacer cálculos y me di cuenta de que ya no valía la pena seguir adelante. Simplemente el costo/beneficio ya no hacía sentido. Desde un punto de vista netamente racional, el proyecto no tenía cómo seguir viviendo; la pandemia y mis malas decisiones lo habían hundido. Fue duro aceptarlo, pero una vez que pasó ese momento me quedé pensando: ¿Y qué voy a hacer ahora? Las últimas semanas las he dedicado a hacer asesorías de fitness. Principalmente, el foco es ayudar a las personas a encontrar el camino para lograr sus objetivos. Pareciera algo simple, pero reviste el poder de escuchar a la persona e identificar sus motivaciones y, por otro lado, encontrar —dentro de su estructura de vida y condición actual— cuál es el mejor camino a seguir. Estas reuniones me permiten aprender mucho. Esta última semana tuve una que me dejó dando vueltas. Voy a saltarme el nombre...

Descubrir nuestros sueños

Los emprendimientos nacen desde un sueño. Y eso, en sí mismo, es algo hermoso. La idea de crear algo desde la nada, de convertir una chispa en algo tangible, tiene algo casi mágico. Es una de las razones por las que me apasiona tanto el mundo del emprendimiento: porque, en esencia, se trata de imaginar un futuro posible… y atreverse a construirlo. Pero con los años he descubierto algo: muchos sueños se apagan no por falta de talento o esfuerzo, sino por falta de claridad. Porque tener una idea no es lo mismo que entender lo que realmente significa ese sueño. En el mundo de los gimnasios —y especialmente en los boxes de CrossFit— esto suena así: “quiero tener mi propio box”. Perfecto. Pero, ¿cómo se ve ese box? ¿Quiénes entrenan ahí? ¿Qué tipo de comunidad quieres crear? ¿Cuánto tiempo estarás en la cancha? ¿Qué tareas vas a hacer tú y cuáles debería hacer otro? ¿Cuánto quieres ganar? ¿Y cuánto estás dispuesto a invertir para que funcione? Cada una de esas preguntas no está ahí para des...

La era de la inteligencia artificial

Es increíble lo rápido que ha avanzado la inteligencia artificial en el último tiempo. Al punto que esto que estoy escribiendo podría, sin lugar a dudas, hacerlo la IA… y probablemente mejor que yo. ¿Cómo pasó esto? Simple: basta con reconocer las limitaciones del ser humano. Nuestra capacidad de procesamiento es reducida, nuestra lógica, imperfecta, y nuestras decisiones están constantemente distorsionadas por las emociones. Ese cóctel maravilloso —que nos hace humanos— también nos hace lentos, ineficientes y, a veces, irracionales. Hoy la IA pone en jaque muchas profesiones. No solo los trabajos de “bajo valor”, como se suele decir, sino también los de más prestigio. Basta pensar en un diagnóstico médico: una máquina puede analizar millones de casos, patrones y estudios en segundos, sin cansarse, sin sesgos emocionales, sin ego. Y si me dices que “la IA no puede captar emociones”, te diré que eso también está cambiando. Ya existen sistemas capaces de leer expresiones faciales, tonos ...

Pesimismo e ideas resilientes

“El problema es que tú eres muy pesimista.” Esa frase me la han dicho varios emprendedores —o personas que sueñan con emprender— más veces de las que quisiera recordar. Durante mucho tiempo pensé que tenían razón. Que yo era, efectivamente, un pesimista. Incluso llegué a verlo como algo útil: me hacía detectar problemas rápido, anticipar errores, buscar soluciones antes de que las cosas se derrumbaran. Pero con el tiempo entendí que no era pesimismo, sino otra cosa. Era simplemente una manera diferente de mirar la realidad. Porque muchas veces, cuando alguien no está de acuerdo con nuestra idea, es más fácil tildarlo de “pesimista” que aceptar que tal vez nuestra idea no es tan buena como pensábamos. El mundo de las ideas es fascinante. Es, sin duda, uno de los grandes dones de nuestra especie: la capacidad de imaginar algo que aún no existe, de organizar, de planificar, de soñar. Gracias a eso hemos construido civilizaciones, inventado tecnologías y cambiado el curso de la historia. P...