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Ayudar entre todos, ayudar a la Juani

Siempre he tenido un tema con la caridad. No me parece que esté mal, simplemente considero que "pedir plata" debiese ser una última alternativa cuando todo lo otro no funciona y que deberíamos buscar generar valor para extraer valor, al menos si eso está a nuestro alcance. Se que es complicado el concepto. Recuerdo hace años atrás, conversando con mi mentor, en medio de la pandemia, me planteó la posible necesidad de tener que pedir ayuda económica a la comunidad, a los alumnos, para poder salvar el proyecto. Recuerdo haberlo pensado y tener claro que si el proyecto tenía que morir, mi última alternativa iba ser la caridad. Pero mucho dentro de mi me gritaba que no. Puede ser que me cuesta pedir ayuda o simplemente no me gusta sentirme en deuda con las personas. Cuando se me planteó el ayudar a nuestra querida tía Juani, que el proyecto Acción ayudara a la Juani, mi respuesta fue de inmediato un Si. Pero también quise ser muy enfático, no vamos a hacer una colecta. Si vamos a

Tu historia, tu relato

En los últimos años me he pasado tratando de sumergirme en el mundo de los libros. Pero debo ser muy honesto, ha sido un esfuerzo nada de fácil. Lamentablemente no crecí desarrollando el hábito. Durante mi época escolar yo era el tipo de niño que buscaba que algún compañero le contara de que trataba el libro para poder contestar algo en la prueba. No me gustaba leer. Voy a ser más tajante, odiaba leer. Hace 8 años atrás decidí tratar de cambiar esto y comencé con historias que me generaran curiosidad. Decidí, antes de ir a buscar más conocimiento, ir a buscar relatos que lograran mantenerme entusiasmado, queriendo saber más. Así comencé con algunas biografías, con la biografía de Phil Knight, el hombre detrás de Nike, o con la biografía de Steve Jobs. Estos libros lograron cimentar lo que hoy en día es un hábito, me permitieron construir los primeros pasos de lo que hoy día me acompaña de manera constante y me ayuda a mantenerme curioso y aprendiendo. Quiero destacar esto. La importanc

¿Por qué trabajar en equipo?

Los últimos meses han sido complejos. Hemos tomado un rumbo como proyecto dónde queremos resaltar nuestros valores, dónde queremos que cada uno de los miembros del equipo entienda y viva los valores del proyecto. Creo, honestamente, que es el camino correcto. El tiempo podrá probar esta hipótesis, pero en estos momentos lo veo como un intransable. Eso son los valores, son los lineamientos intransables que mantenemos en el camino de la vida. Cuando nos enfrentamos a la adversidad, acá es dónde se ven los verdaderos colores de las personas, es el momento en el que podemos identificar realmente los valores de cada uno. Hoy, más que nunca, creemos necesario vivir esos valores y tener un equipo que los entienda, y los viva. En las últimas semanas he tratado de remarcar la importancia del trabajo en equipo. A veces siento que este mundo, en extremo individualista, nos ha hecho olvidar este concepto, o simplemente nos cuesta adherir a él. Veo en muchos la confusión de necesitar amistad para e

La próxima certificación no va a hacer crecer tu negocio

El camino más común que encuentro en el mundo de los centros deportivos es el del coach o profesor que hace las transición a ser dueño de su propio espacio de entrenamiento. Esto obliga a entender el cambio de roles, a entender que estar a cargo de un negocio dista mucho de entregar una buena clase de fitness o de ser un buen entrenador. Acá quiero ser claro, son roles distintos, no es que sea uno más fácil o difícil, simplemente requieren habilidades diferentes. Así como cualquier habilidad, necesitan de un desarrollo intencionado, de un plan de acción y de hacer las repeticiones día a día. Este cambio es el que veo como el más complejo de realizar. Veo a los dueños de centros de entrenamiento enfocados en las certificaciones, enfocados en la parte técnica, en la parte del fitness. Muchas veces dejando de lado las repeticiones que realmente deben realizar. Las del desarrollo del negocio. El trabajo de marketing y ventas, el desarrollo de los procedimientos, el desarrollo del negocio e

Esa voz interior

 "Elegir el dónde con el corazón y diseñar el cómo con la cabeza" Esta máxima la he repetido en variadas ocasiones en esta etapa de mi vida. Principalmente responde a un aprendizaje del proyecto de Acción. Hace 12 años atrás me lancé en esta aventura, sin mucha claridad, pero había una cosas que tenía claro en ese momento. Quería hacerlo, pero en ningún momento me pasó por la cabeza el éxito económico del proyecto, sólo me preocupé de que las proyecciones no fueran negativas. Durante este último mes estuve leyendo un libro bien interesante de Martha Beck. El libro es un copilado de las columnas que escribe para la revista de Oprah y abarca temas de variado índole, pero principalmente temas de desarrollo personal. En un par de columnas ella habla de como escuchar esa voz interna que nos indica el camino. Suena bien esotérico, pero creo que tiene un interesante punto y quiero desarrollar un poco el tema en estas líneas.  Cuando hablamos del funcionamiento de nuestra compleja ca

La era de la información

Recuerdo mi juventud y es impresionante todo lo que hemos avanzado en algunos aspectos. En mi infancia si quería saber algo tenía que buscarlo en la enciclopedia. Grandes tomos que trataban de abarcar diferentes temas, en orden alfabético, recuerdo ir siempre con fe a buscar información respecto a algún tema, esperando que estuviera incluido en la enciclopedia. Pasaba bastante seguido el no encontrar lo que estabas buscando. ¿Opciones? Ir a la biblioteca, preguntarle a alguien. Había que tener un poco más de inventiva para poder conseguir la información. Las universidades, colegios y el sistema de educación representaban estos espacios dónde abundaba la información y el conocimiento. Dónde se acortaba la brecha del conocimiento. En aquellos años el acceso a la información estaba mucho más restringido. Por aquella época no existía internet. No existía la posibilidad de vivir conectado 24/7 con un computador en nuestro bolsillo y con conexión a una fuente infinita de información (buena y

¿Y si pasara lo peor?

Septiembre del año 2020, el maldito año de la pandemia. Durante el mes de Septiembre tuve que comenzar a activar los "planes B" del proyecto salvemos Acción. Cuando empezó todo el revuelo de los encierros y distanciamiento, y nos obligaron a cerrar las puertas, además de despojarnos de la posibilidad de trabajar, comencé a activar una serie de mecanismos para sobrevivir. Estos mecanismos tenía un "peor escenario" y este escenario tenía un límite de tiempo. En Septiembre se cumplía ese límite de tiempo. En resumen, no habíamos logrado generar los ingresos para poder seguir adelante y la deuda superaba con creces lo que podíamos pagar. Era el momento de tomar decisiones difíciles. Recuerdo la sensación de ese momento, la sensación de impotencia. El sentirme completamente "a merced" de la situación. El sentir que ya no había nada más que hacer y que todo arrancaba de mi control. Sentirme a la deriva y como una víctima del desenlace. Recuerdo el querer escapar