¿Y si abrimos un gimnasio?

Creo que hace varios años escribí un artículo con recomendaciones para comenzar un centro deportivo. Esto era, por supuesto, desde mi experiencia, considerando todo lo que hice mal, lo que me podría haber ahorrado en dinero y tiempo. Como en los últimos dos años he visto proliferar el modelo de "gimnasio boutique", box de CrossFit, gimnasio funcional y otros, voy a hacer una actualización de lo que escribí. Todo con el objetivo de que, si estás comenzando o pretendes comenzar con un gimnasio, puedas evitar algunos de los errores que cometí o que veo que la gente comete.

Entonces vámonos a 5 recomendaciones (elegí 5 porque está lleno de listas de 5 cosas en RRSS):

1.- No escuches a la "gente":

Esto puede parecer raro, pero en variadas ocasiones he visto a personas motivadas a abrir un centro de entrenamiento porque uno de sus alumnos se lo sugirió.

“Si tuviéramos un espacio para entrenar, yo estaría ahí 100% y te podría ayudar a llenarlo”,

“Si tuvieras tu propio espacio sería genial, podríamos entrenar más días a la semana”... y cosas por el estilo.

Las intenciones de esa persona son nobles. Le gusta lo que haces. Pero el riesgo asociado a su declaración es cero. Y las palabras se las lleva el viento. Te vas a encontrar después con que muchos de los que dijeron que te seguirían "a cualquier parte", en realidad no se referían a cualquier parte. Hay que entender que las encuestas tienen enormes sesgos, y que los seres humanos no siempre hacemos lo que decimos. Muchas veces simplemente le decimos al otro lo que quiere escuchar.

Así que, si tu principal motivador para abrir un espacio son tus alumnos actuales… piénsalo dos veces.

2.- Locación, locación, locación:

Siempre enredo la cifra, pero creo que cerca del 80% de las personas eligen su lugar de entrenamiento según la ubicación. Más allá de la estadística, tiene todo el sentido: un espacio de entrenamiento al que vas a asistir de manera regular tiene que quedarte cómodo. Si vives en una ciudad con tiempos de traslado complejos, estar bien ubicado es clave. Buenos accesos, seguridad, estacionamiento, un barrio que te permita desarrollarte.

Y ojo con esto: también necesitas que el lugar sea viable para tu actividad.

No sé cómo será en el resto de Latinoamérica, pero en Chile lidiar con las municipalidades es nefasto. Son organismos burocráticos que, en vez de apoyar el desarrollo de proyectos (especialmente deportivos), parecieran diseñados para frenarlos. De los peores problemas que he enfrentado como emprendedor han sido con municipalidades. Tener a alguien que te asesore en esto es clave, y no arrendar nada hasta tener 100% de certeza de que se puede hacer.

Asesorarte muy bien en este apartado debes.

3.- ¿Qué te hace distinto?

Acá me remito al maravilloso libro The Blue Ocean Strategy, la idea de crear tu propio océano. También recomiendo Linchpin o This is Marketing, de Seth Godin.

La pregunta clave es:

¿Por qué las personas deberían entrenar contigo y no en el box de la esquina?

Cuidado con lo genérico:

“Tenemos la mejor comunidad”,

“Nos preocupamos por los alumnos”,

“Somos todos profesionales”.

Frases como esas se repiten cientos de veces en campañas de RRSS. No son diferenciadores. Son genéricos. Lo que debes ser capaz de responder es qué puedes ofrecer que no todos pueden. Ahí está tu valor. Tenerlo claro desde el primer día es fundamental.

Recuerdo que cuando partí Acción, mi foco era hacer clases de CrossFit con el mejor estándar de servicio. En aquella época, muchos boxes funcionaban como clubes de amigos. Yo quería profesionalizar eso. Con el tiempo, el mercado cambió. Y lo que antes era un diferenciador, dejó de serlo. Debes encontrar lo que hoy te hace distinto. De lo contrario, caerás en la guerra de precios.

4.- Sumérgete en el mundo de los negocios:

Si quieres poner un centro deportivo, puedo apostar que sabes mucho de fitness y poco y nada de negocios. Es momento de achicar esa brecha. Todo el esfuerzo que pones en ser un buen entrenador ahora lo debes volcar en convertirte en un gran CEO. Y si no te gusta la idea... tienes un problema.

Esto es como querer tener el abdomen marcado pero no querer hacer una dieta. No va a pasar.

En el momento que abriste las puertas ya no eres entrenador. Tienes que cambiar tu identidad y convertirte en “Manager”. No necesitas leer más papers de entrenamiento. Ahora tus temas son: finanzas, operaciones, ventas, marketing, liderazgo.

Mientras antes empieces, mejor.

5.- Busca ayuda:

Puedes partir con libros. Te recomiendo a Chris Cooper y Two Brain Business. También puedes revisar el contenido de “Best Hour of the Day”. A diferencia de cuando yo comencé, hoy hay negocios enfocados en ayudar a emprendedores del mundo del fitness. Acércate a otros emprendedores, habla con quienes ya recorrieron el camino.

Y si puedes, contrata un mentor. Ojalá lo consideres parte de tus costos operativos. Te va a ahorrar muchas malas decisiones y dolores de cabeza. Si partiera de nuevo, lo haría sin pensarlo.

Estos son solo algunos puntos que me parecen fundamentales antes de abrir un centro de entrenamiento.

Y si ya abriste, puede que todavía estés a tiempo de ajustar algunas cosas.

En dos semanas vuelvo con una mentoría grupal gratuita para boxes o centros de entrenamiento que quieran reenfocar, crecer o salir del estancamiento.

También hago mentorías uno a uno.

También trabajo con emprendedores que quieren recuperar su foco, su energía y su salud.

Y sí, también desarrollo mi propio proyecto (con todos los mismos desafíos que tú).

Si sientes que algo de esto te hace sentido, que estás cansado de andar a ciegas o que necesitas una segunda opinión con experiencia, estoy a un mensaje de distancia.

No esperes a que sea tarde para ordenar tu negocio. O tu cabeza. O tu cuerpo.

Estamos en esto para durar, para construir proyectos que perduren en el tiempo e impacten. 

 

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