3 errores al emprender que podrían estar matandote lentamente.

Durante este 2025 me he dedicado de manera más constante a ayudar a emprendedores. Si bien el foco inicial eran exclusivamente centros de entrenamiento, con el tiempo amplié el espectro para acompañar también a quienes están iniciando un emprendimiento o ya llevan un tiempo en el camino.

Creo que lo más valioso de este año han sido esas interacciones. Cada conversación, cada reunión, cada historia. De todas logré sacar algo importante y, sobre todo, entender mejor las motivaciones que hay detrás de cada sueño.

Lamentablemente, en muchas de esas conversaciones aparecen los mismos errores. Patrones que hoy me resultan evidentes, pero que en su momento no lo fueron. El paso del tiempo da perspectiva. Después de tantas historias de emprendimiento, uno empieza a identificar con claridad qué cosas impiden avanzar.

Hoy quiero compartir solo tres. En el orden que considero más relevante, para que tengas una referencia clara de por dónde comenzar.

1. Foco en los números

No me voy a cansar de repetirlo: los números de tu negocio debes conocerlos al revés y al derecho. Tienen que generarte curiosidad, incluso entusiasmo. Debes enamorarte de entenderlos.

Acá no sirven frases como “soy malo para los números” o “no me gustan los números”. No importa. Si no conoces tus números, tarde o temprano vas a perder tu sueño. Es navegar sin brújula, sin saber si llegas a fin de mes, sin entender qué errores estás cometiendo.

Y ojo, no se trata solo de saber cuánto vendes. Eso es básico, pero insuficiente. Necesitas entender tasas de ocupación, ticket promedio, rotación de inventarios, capital de trabajo, flujo de caja, ratios de gastos fijos, LTV, churn.

¿Todos los indicadores son igual de importantes? No. Depende del negocio. Algunos los verás semanalmente, otros mensualmente, otros trimestralmente. Lo importante es no perderlos de vista.

Los números no son el problema, son la herramienta. Te permiten hacer preguntas, tomar decisiones y corregir rumbo. Sin datos, solo estás adivinando. Y adivinar suele salir caro.

Lecturas recomendadas: Profit First, Traction, The Simple Six, $100M Offers, The Pumpkin Plan.

2. Enfócate en tu propuesta de valor

Este punto duele, pero es clave. Veo muchísimos emprendimientos que no tienen claridad sobre esto.

¿Qué problema solucionas?

¿Para quién eres realmente bueno solucionándolo?

Los negocios existen para resolver problemas. Si no tienes claro cuál es el tuyo, o si intentas resolver todos los problemas con la misma herramienta, es muy probable que no seas valioso para nadie.

Muchos caen en la trampa de “hacer lo mismo que el resto”. Pero la diferenciación es tu principal activo. Necesitas entender qué haces mejor que otros y enfocarte ahí. No se trata de tener diez servicios, sino de resolver un problema de forma excepcional.

Cuando tu propuesta de valor es clara, el marketing deja de ser una tortura y pasa a ser una consecuencia. Sabes qué contar, a quién hablarle y por qué deberían elegirte.

Deja de vender genéricos. Encuentra claridad. Pule tu propuesta. Deja de perseguir "shiny objects" y empieza a construir valor real.

Lecturas recomendadas: Blue Ocean Strategy, Esto es Marketing, Linchpin, Start With Why, Good to Great, Blue Ocean Shift.

3. Aprende a vender

Somos emprendedores. Vender no es opcional, es nuestra responsabilidad.

Si no estás contando lo que haces, nadie lo va a descubrir por arte de magia. ¿No usas tus redes para comunicar tu servicio? Saca el teléfono ahora mismo y graba un video contando por qué comenzaste.

Vender es una habilidad, y como toda habilidad requiere práctica. Mucha práctica. Empieza ahora.

Cuando tu propuesta de valor está clara, la venta deja de ser incómoda. Ya no sales a buscar “clientes”, sales a encontrar a las personas correctas. Aquellas que realmente necesitan lo que haces.

Una parte importante de tu semana debe estar dedicada a marketing y ventas. Funnels, sistemas, atracción constante. De nada sirve un gran producto si nadie lo conoce.

Lecturas recomendadas: Never Split the Difference, How to Win Friends and Influence People, Influence, The Power of Moments, The Psychology of Money, The 5 Love Languages.

4. Bonus: cuida al emprendedor en el proceso

Dije que iba en orden de importancia. Mentí. Este es el más importante. Y el que más erramos (me incluyo).

La pasión, el miedo a fallar y la presión pueden llevarte a esclavizarte en tu propio negocio. A perder el equilibrio. A hacerte daño.

Emprendemos para construir una vida, no para destruirla. Si no cuidas al emprendedor —tu salud, tu familia, tu cuerpo— el sueño se transforma lentamente en una prisión. Empiezas a resentir lo que amas. A no querer ir más. A cargar con algo que antes te entusiasmaba.

Suena exagerado, pero lo he visto muchas veces. Y me ha pasado.

En mi caso, mi familia suele ser la que me devuelve al centro. Trato de cuidar ese equilibrio, aunque no siempre lo logro. Pero es fundamental. Emprendimientos sanos necesitan emprendedores sanos.

Lecturas recomendadas: Outlive, Man’s Search for Meaning, Breath, Atomic Habits, The Happiest Man on Earth, Behave, When Breath Becomes Air.

Cambiar es difícil. Lo sé. Cada uno de estos puntos cuesta, genera miedo e incertidumbre.

¿Y si no funciona?

Pero más difícil que cambiar es ver morir tu sueño.

Durante este 2026 quiero ayudar a más emprendedores a sacar sus proyectos adelante, a vivir de lo que aman y a generar impacto real. Cambiar es difícil, pero no tienes que hacerlo solo.

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