Eso es imposible

En muchas ocasiones he escuchado esa frase:

"Eso es imposible de hacer en Chile",
"Eso acá no se puede implementar",
"Eso no aplica a nuestra cultura".

Cuando comencé con Acción, me puse a buscar referentes. Quería encontrar a quienes, en el mundo del CrossFit, estaban logrando resultados que valiera la pena replicar. Y lo primero que encontré fueron gimnasios que parecían fábricas de atletas. Gimnasios donde la alta competencia era el centro, donde todo giraba en torno a los CrossFit Games.
Pero ese modelo nunca me atrajo. No veía cómo atraer atletas de alto rendimiento podía ser rentable ni sostenible. Al contrario, mi hipótesis era que, mientras más "atleta" el cliente, más exigía de tu tiempo, tu espacio, tu equipo, y menos dispuesto estaba a pagar por ello. Un modelo insostenible. Un modelo que precarizaba la industria, nuestro trabajo.

En esa búsqueda, llegué a un libro: Two Brain Business, de Chris Cooper. Era la primera vez que veía a alguien hablando seriamente sobre cómo manejar un negocio de fitness.
Y había una frase que me hizo clic: “Ser buen entrenador no significa que puedas manejar bien un gimnasio.” No eran habilidades transferibles.
Desde entonces seguí de cerca todo el contenido gratuito que compartían. Fue desde esos correos que nació en Acción la idea de implementar entrenamientos uno a uno. Lo propuse. ¿La respuesta?

"¡Imposible! Nadie va a pagar eso."
"A nadie le interesa entrenar mejor."
"Eso no se puede hacer aquí."

Años después, el uno a uno es una de las piedras angulares en el desarrollo profesional de nuestros coaches.
En ese tiempo también transformamos el Open en una fiesta comunitaria, pero ibamos a cobrar por un gran evento. Al principio me miraron raro. Hoy, es uno de nuestros eventos más exitosos.
Así fuimos tomando ideas de referentes que parecían imposibles… hasta que dejaban de serlo.

Hace dos años fui a Chicago a mi primera convención de 2 Brain Business.. Y cuando volví a Chile esa primera vez, lo hice con más imposibles en la cabeza:

“Es imposible hacer No Sweat Intros en Latinoamérica.”
“Es imposible tener reuniones de metas con todos los miembros.”
“Es imposible tener un CSM, alguien a cargo de la experiencia del cliente.”

Hoy todas esas cosas SON parte de Acción. Aún están perfeccionándose, es un trabajo en desarrollo.
¿Fácil? Para nada. ¿Valió la pena? Sin duda.

Este año, volví a la convención. Y, como siempre, volví con nuevas ideas. Nuevos imposibles. Nuevas metas que parecen estar fuera de alcance.

Pero ya aprendí algo:

Cada imposible es una puerta que se abre con trabajo, con visión y con comunidad.

Por eso, hoy te comparto mi nuevo imposible:
Quiero conectar con los gimnasios de Latinoamérica.
Quiero ayudar a transformar nuestra industria.
Quiero que los dueños de boxes vivan de verdad de lo que hacen.
Que los coaches sean valorados como profesionales.
Que dejemos atrás el modelo de sacrificio sin recompensa.
Que dejemos de lado la carrera hacia el hoyo de quien cobra más barato, quien regala más.
Quiero construir una industria donde vivir del fitness no sea un privilegio, sino una posibilidad real.

Ese es mi imposible.
Esa es mi lucha.
Y ahora quiero saber…

¿Quién más se suma?

Comentarios

  1. Se exactamente de lo que estás hablando. Es emocionante y motivador leer esto. Yo me sumo!

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  2. Muy necesario, gracias coach, me sumo totalmente.

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