Por mi y por todos mis compañeros
Esta semana tuve la suerte de ser invitado a un podcast para hablar de emprendimiento. Como he hecho últimamente ante este tipo de oportunidades, dije que sí sin pensarlo mucho. Durante la conversación abordamos varios temas relacionados con el emprendimiento en la industria del fitness y, por supuesto, del proyecto Acción, que lidero día a día. Pero hay un tema en particular que me quedó dando vueltas y sobre el que quiero detenerme hoy: los equipos y el desarrollo del capital humano dentro de nuestros negocios.
Uno de los errores más comunes que he visto en los emprendimientos con los que he trabajado —y que también cometí en mis inicios— es no construir ni desarrollar equipos reales de trabajo. Esto genera un patrón que se repite una y otra vez: el dueño termina haciéndose cargo de casi todo, mientras que los miembros del equipo están subutilizados, llenos de potencial no aprovechado. A la larga, esto produce desconexión. Un líder agotado, un equipo desmotivado y una comunidad fragmentada. Escuchamos frases como “mi equipo no se compromete” o “siempre tengo que estar encima”. Pero lo cierto es que esa falta de compromiso es, en gran parte, una consecuencia de una falta de dirección y propósito. Y eso, nos guste o no, es responsabilidad nuestra como líderes.
Cada año, nuevos trabajadores ingresan al mundo del fitness: apasionados por el movimiento, profesionales del área de la actividad física, incluso exdeportistas. Pero también, año tras año, muchos lo abandonan. Frustrados. No logran encontrar un camino de desarrollo profesional, no logran vivir de lo que aman. Y aquí es donde creo que, como líderes, aún tenemos mucho por hacer.
Hace un par de años conocí a una figura importante del mundo CrossFit: Jason Khalipa. Para quienes no lo conocen, fue campeón de los CrossFit Games en 2008. Yo lo ubicaba como atleta y como empresario, dueño de NorCal CrossFit, una de las marcas más influyentes del sector, y creador de NCFIT. Sabía que había pivotado a un modelo de franquicias y que en algún momento incluso se desmarcó de la marca CrossFit para construir su propio camino. Pero lo que no conocía era su historia interna.
En una charla que pude presenciar, Jason contó cómo, en medio del crecimiento acelerado de su negocio, se dio cuenta de algo esencial. Asistió a una cena de Acción de Gracias en casa de uno de sus trabajadores y entendió que, aunque estaba generando empleo, no estaba generando empleos valiosos. Su equipo no tenía un camino de desarrollo. El negocio crecía, sí, pero no lo hacía sobre las espaldas de un equipo que también creciera. En ese momento decidió cambiar el foco: construir un negocio que genere valor para sus trabajadores, no solo para él.
Esa charla me remeció. Al día siguiente llegué a revisar cuánto estaban ganando mis coaches. Y me propuse una nueva meta: que al menos 10 coaches de mi equipo pudieran generar más de 2.500 USD al mes. No era solo un objetivo económico, era una nueva forma de mirar el negocio. Pero para lograrlo había que cambiar muchas cosas. Entender sus habilidades, sus motivaciones, sus sueños. No basta con querer llevarlos a un lugar si ellos no quieren ir. Hay que conocer qué los mueve. Diseñar caminos de desarrollo reales. Planes de carrera.
Y ese es el verdadero objetivo de este artículo.
¿Tienes un plan de carrera para los miembros de tu equipo?
¿Existe un camino dentro de tu negocio para que ellos crezcan?
¿Quieres que tu negocio escale, pero no estás dispuesto a escalar junto con tu equipo?
Te invito a que te sientes con cada uno de ellos. Pregunta. Escucha. ¿Qué quieren? ¿Cómo se alinea eso con el propósito de tu proyecto? Algunas conversaciones serán incómodas. Pero son necesarias. Porque cuando todo esté claro —cuando existan caminos definidos, responsabilidades alineadas con las fortalezas de cada persona y una visión compartida— recién ahí vas a tener un equipo. Recién ahí vas a dejar de sentir que estás solo.
No se trata solo de delegar tareas. Se trata de construir oportunidades. De ayudar a cada persona a brillar en lo que hace mejor. De crear un entorno en el que crecer tenga sentido para todos. Solo así tu negocio va a crecer de verdad. Solo así van a remar todos hacia el mismo lugar.
La responsabilidad es tuya.
Pero también es tu mayor oportunidad
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