El CrossFit que tu quieras
Hace 12 años, en esta misma fecha, Acción CrossFit abría sus puertas por primera vez. Comenzábamos nuestra "marcha blanca" con una sola clase al día. La idea era simple: entender cómo funcionaríamos en un nuevo espacio. Veníamos de entrenar en la plaza, como tantos otros grupos que surgen desde la pasión. Nos encantaba el CrossFit, aunque sinceramente, no entendíamos muy bien de qué se trataba. En esos primeros pasos, nos guiaban el coach Seba y el coach Nico. Uno, estudiante de Educación Física; el otro, kinesiólogo. Ellos fueron quienes impregnaron en nosotros la filosofía de CrossFit, o al menos, su interpretación de ella.
Doce años dedicados a algo no pasan en vano. El tiempo, si se vive con intención, se transforma en aprendizaje. Pero para aprender de verdad, se necesita algo más que tiempo: se necesita humildad. Estar dispuesto a cambiar, a cuestionarse, a derribar dogmas. Lo que un día diste por cierto, quizás hoy ya no lo es. La incertidumbre no es un lugar cómodo, pero es ahí donde ocurre el crecimiento. Desarrollar la capacidad de mantenerte navegando en la incertidumbre de tus propias certezas.
Durante muchos años ni siquiera me cuestioné lo que hacíamos. Delegué la confianza en el desarrollo metodológico a los coaches y me enfoqué en lo que consideraba mi rol: la administración, la sustentabilidad del proyecto, mantener las luces encendidas. Asumía que si seguíamos la metodología, los resultados vendrían por sí solos. ¿Era esto cierto?
En 2014 hice mi primer Level 1. Lo hice solo por una razón: necesitábamos la licencia. No me interesaba ser coach ni seguir ese camino. Todo cambió en 2018, cuando tomé el Level 2. La experiencia fue un golpe de realidad. Ya no se trataba de qué es CrossFit, sino de cómo lo transmites. Coaching efectivo. Llegar a otros. Lo dictaban dos coaches de altísimo nivel y el énfasis estaba en la calidad de la entrega. Vi un estándar de coach al cual nunca había estado expuesto. Salí de ahí con muchas preguntas y con la sensación incómoda de que lo que hacíamos no estaba bien.
Y acá quiero detenerme.
Después de 4 o 5 años haciendo CrossFit, sentí que todo lo que habíamos hecho estaba mal. Y ahí radicaba un gran error. Nada de eso estuvo mal. Todo lo que hicimos nos trajo hasta ese punto. Sin la experiencia, no hubiese tenido la claridad de cuestionarme ni el contexto para entender lo que ahora veo. La experiencia te da perspectiva. Nos permite mirar desde otro ángulo.
¿Hacíamos movimientos funcionales, ejecutados a alta intensidad y constantemente variados?
Sí, la mayoría del tiempo. Con ciertos sesgos, claro.
¿Aplicábamos la secuencia mecánica – consistencia – intensidad?
No tanto. Éramos más de “la intensidad trae resultados”.
¿Manteníamos los entrenamientos cortos e intensos?
No. Queríamos llenar la hora de movimiento. Cumplir con movernos todo el tiempo y cansarnos.
¿Respetábamos los días de fuerza?
Tampoco. Casi siempre se levantaba pesado, casi siempre como en ojalá todos los días.
Entonces, ¿hacíamos CrossFit?
CrossFit cambió la forma en que el mundo entrena. Te guste o no, marcó un antes y un después. Algunos lo aman, otros lo odian. Hay quienes lo "mejoraron", quienes lo adaptaron, y quienes lo ejecutan con excelencia sin seguir ni una sola de sus guías. Hoy ves entrenamiento funcional en gimnasios tradicionales, ves levantamientos olímpicos donde antes solo había máquinas, ves cardio y pesas juntos como si siempre hubiese sido así. El HIIT y muchos conceptos modernos se nutrieron de esta revolución. CrossFit cambió el lenguaje del fitness.
Y con eso llegaron las múltiples interpretaciones. Algunas fieles al manual, otras libres y creativas. Pero, ¿sabes qué? Está bien. Porque al final, lo más importante es que la gente se mueva. Que encuentren espacios donde la actividad física sea parte de su vida. No importa qué tipo de CrossFit haces. Si logras que una persona se mueva, estás haciendo algo valioso. Estamos en esto juntos.
Yo también estuve en la vereda de la interpretación libre. Hoy creo que era un camino equivocado… pero fue un camino que me mantuvo motivado, me mantuvo entrenando, me hizo disfrutar. Y eso también vale.
¿Hay mejores o peores formas de hacer CrossFit?
No lo sé. Mi camino me llevó a volver a las bases. A eso nos dedicamos hoy en Acción. Es lo que quiero ofrecer a la comunidad. Así entiendo la actividad física en este momento de mi vida. ¿Estoy en lo cierto? No tengo idea. Quizás mañana piense diferente. Y eso también está bien.
Lo importante es no dejar de moverse. No dejar de explorar. Dejar espacio para estar equivocado y cambiar. Porque de eso se trata esto: de mantener a las personas entusiasmadas, en movimiento y disfrutando el proceso.
Haz el CrossFit que quieras, pero hazlo.
Muévete. Cambia. Cuestiónate. Pero nunca te detengas.
Movimientos funcionales, ejecutados a alta intensidad, constantemente variados.
Simple. Nunca fácil.
Muy cierto! Lo importante es moverse y volver a las bases es siempre lo mejor cuando uno se siente un poco perdido o dubitativo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un abrazo
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