Llega el momento de hacer un alto
Finalmente me toca detenerme por unos días. Es una extraña sensación. A pesar de que las vacaciones debería ser algo que esperas de manera ansiosa, por lo general tengo una mezcla de emociones. Me encanta mi cotidianidad, me gusta mi día a día, me gusta mi calendario ordenado con las cosas que busco lograr, me gustan los espacios de compartir con mi familia y con mi Sra., me gusta entrenar y disfruto de mis rutinas diarias que tanto trabajo me ha costado construir. No espero las vacaciones para arrancarme de mi realidad, las vacaciones llegan siempre como una oportunidad de hacer un alto y dedicarle mi 100% a mi familia. También cumplen la función de permitirme descansar unos días, dormir más de lo común y sentirme un poco aburrido (sensación que realmente extraño)
Recuerdo hace más de 15 años atrás, que las vacaciones significaban algo completamente distinto. Recuerdo que el final de las vacaciones era algo "terrible", era la expectación de pensar en las siguientes vacaciones, en cuanto faltaba para poder ser libre nuevamente por un rato. Se sentía algo así como una prisión de la que me soltaban una vez al año y podía ser libre por un par de semanas, sólo por un par de semanas. Suena triste escribirlo, pero ejemplifica bastante el como me sentía. Volver a la cotidianidad en esos momentos era volver a algo de lo que quería constantemente escapar. Cada fin de semana era un escape de 2 días. Cada día que se acababa la jornada laboral era una sensación de "al fin terminó". Lo más extraño es que todo esto lo veo con claridad en retrospectiva. En el momento que estaba viviendo esto recuerdo haber estado "bien". Recuerdo sentir que todo estaba bien.
Es curioso como nos adaptamos a todo, como los seres humanos tenemos la capacidad de "normalizar" lo que vivimos, de adaptarnos a lo que nos toca enfrentar. Por un lado es una cualidad maravillosa que nos permite siempre seguir adelante, por otro lado es una cualidad peligrosa que nos puede llevar a un estado de completa desconexión. Acá es dónde estos espacios que rompen la rutina son cruciales para poder evaluar, para poder sentir, para poder entender si estamos viviendo la vida que queremos. ¿Acaso no debería tratarse de eso la vida? Una constante búsqueda de construir la vida que queremos. Es tu definición de éxito, es tú búsqueda, es tu voz la que debes escuchar y la que debes priorizar.
Sólo me queda agradecer a la oportunidad que tengo de tomarme un alto, de tener un equipo en el cual confío que puede manejar el proyecto en mi ausencia que me da la posibilidad de detenerme, de hacer un alto y escuchar de manera clara mi voz por unos días.
Nos vemos en 10 días :)
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