Profesión o vocación
¿Cómo llegué aquí? ¿En que momento tomé tanto vuelo?
El día de ayer llegué a esa reflexión, no es la primera vez que me cuestiono el tema de mi profesión, el pensar a que me dedico, que hago, que soy.
Sin lugar a dudas una de los aspectos que me entrega gran satisfacción en la actualidad es poder hacer distintas cosas, es dedicarme a distintas materias y compartir con distintos profesionales este camino. Me paseo de manera desvergonzada entre entrenadores, kinesiólogos, emprendedores, coaches, nutricionistas. Paseo mi día a día por distintas materias, puedo estar revisando un estado de resultado, dando una clase de CrossFit, siendo relator para una empresa en jornadas de bienestar, haciendo coaching a mi equipo de coaches, dando consejos nutricionales, armando planes de entrenamiento, revisando las campañas de marketing, organizando una competencia, apoyando a otros emprendedores. Paso por cada uno de los temas buscando ser un aporte, buscando construir, buscando solucionar distintas problemáticas.
Ahora tratemos de responder, ¿Cómo llegué aquí?
Partí estudiando una carrera profesional, una carrera bastante tradicional pero que la principal característica que me atrajo de ella era que se podía desarrollar en distintos ámbitos, en distintas industrias. Recuerdo que mi elección de carrera tuvo dos pilares, tenía que ser matemática-científica, como segundo pilar que tenía que cumplir es un amplio espectro laboral. Por algún motivo en esos momentos no me quería especializar, sentía que tenía que dejar las puertas abiertas. Puede que haya tenido que ver con lo poco convencido que estaba en ese momento de mi decisión.
La universidad fue una etapa que recuerdo como un lindo desafío. Recuerdo disfrutar muchas de las materias a las cuales me vi enfrentado. Disfruté mucho estudiar física y recuerdo la dificultad que implicó muchos de los ramos de ciencias básicas. Lo recuerdo como lindo desafíos, a pesar de que en el momento no se sintieron tan agradables. Recuerdo que ya más avanzado en la carrera le empiezo a tomar el gusto a la parte financiera. Me llamaba la atención conceptos de evaluación de proyectos, finanzas, contabilidad. ¿Extraño? Se que me fue llamando la atención y a esas alturas tenía que empezar a definir para dónde iba a apuntar mi carrera.
Salgo al mundo laboral y acá me paseo por distintas áreas, distintos rubros. Trabajo en seguros, muy metido en finanzas. Luego me voy a trabajar a Telecomunicaciones, metido en un área comercial, metido en ventas. Me devuelvo al área de finanzas, a una multinacional química. Paso de esa experiencia a Consumo masivo, me voy a una cervecera, en esa etapa de mi vida trabajar en cerveza sonaba como un llamado divino. Trabajo un par de años en cerveza, en área de producción y finanzas. Sigo avanzando hacia otra empresa de consumo masivo, ahora en marketing. La última experiencia termina en un área de fidelización de clientes y a cargo de un proyecto de venta online. Debo decir que me tocó, en cortos 8 años, enfrentar desafíos de distinta índole y pareciera que nunca encontré dónde quedarme. Algo dentro de mi hacía que cambiara constantemente mi dirección y que probara una y otra vez que era lo que realmente quería hacer. Hasta ese momento no me cabe duda que estaba construyendo una profesión. Estaba enfocado en encontrar una forma de "ganarme la vida". El trabajo cumplía ese rol.
Comenzamos la etapa de emprendedor. Nunca me había visto como un emprendedor. Siempre pensé que mi camino iba a ser trabajar en empresas, tener mi sueldo y jugar al juego del ascenso en la escalera corporativa. Sentía que profesionalmente para eso me había preparado. Cuan equivocado estaba.
Acá empiezo a encontrarme con miles de desafíos. Aprender de servicios. Aprender más de entrenamiento, vías energéticas y biomecánica. De apoco vamos aprendiendo de nutrición, esto me costó bastante. Fui rodeándome de profesionales de distintas disciplinas. Aprendiendo de cada uno de ellos. Acá es dónde me vuelco al mundo de los libros. Decido empezar a aprender por mi cuenta. Primero de emprendimiento, luego necesitaba aprender más de entrenamiento. Me voy dando cuenta que no sabía nada de liderazgo, empiezo a incorporar estos conceptos. Empiezo a tomar cursos de entrenamiento. Mis días pasan en el estudio y la aplicación. Acá no hay teoría sin practica. Cada uno de los conceptos que vamos adquiriendo los ponemos en práctica. Me encuentro un mentor para seguir desarrollándome, necesito una guía. Empiezo a entender que no entiendo nada de las personas. Que el liderazgo es útil, pero necesito entender de comportamiento humano, de psicología. Me lanzo a estudiar estos temas, motivado por querer saber más, pero todo parte de la filosofía, empiezo a explorar estos temas. Todo por querer entender más de lo que hago. Empiezo a dar clases de manera regular. Me encuentro con la posibilidad de guiar a otros. Aparecen oportunidades de ser relator, dar charlas. Empiezo a tratar de desarrollar mis habilidades comunicacionales, empiezo a escribir, empiezo a salir del cascarón. Busco nuevos proyectos, incorporo nuevos profesionales al proyecto, cada uno de ellos alimenta en mi las ganas de aprender, de saber más, de ayudar más. Voy construyendo un cúmulo de conocimientos y lo voy poniendo a disposición de las personas.
Mi profesión ya quedó de lado. De a poco, sin darme cuenta fui construyendo mi vocación y siento que esta va evolucionando, va mutando e incorporando más herramientas para poder cumplir con este sueño. La voz de la curiosidad pareciera nunca apagarse y parece un motor incombustible que se retroalimenta con cada nueva iniciativa.
Creo que llegó el momento de hacer el funeral de mi profesión, dejarla simplemente en el olvido.
"La vocación es la expresión de nuestro propósito más profundo, aquello que da sentido a nuestra vida y nos impulsa a contribuir al mundo de una manera única y auténtica."
Comentarios
Publicar un comentario