Espacios de conexión
En el último tiempo he tratado de escribir acerca de la importancia del trabajo en equipo. De este cliché de "la suma de las partes", el como en un mundo colaborativo 2 + 2 = 9, que es un concepto genial pero que no es gratis, no sucede de manera espontanea. Debemos buscarlo de forma intencionada.
Hoy me pasé toda la mañana en eso, en conversaciones exploratorias, en conversaciones intencionadas. Usé una mañana completa para esto, para conectar, para conversar, para explorar. A veces estos espacios parecieran improductivos. El Daniel de hace 10 años atrás no hubiese aceptado dedicar su tiempo a este tipo de pequeñeces, el Daniel de hoy es capaz de ver el valor y entender que pese a lo incómodo que me pone participar de estos eventos, las oportunidades son infinitas y que en esta incomodidad hay crecimiento.
Quiero dejar plasmado en estas líneas todas las oportunidades que pude vislumbrar en una simple mañana. Cómo cada una de las conversaciones puede dar pie a algo más interesante, o no, está en uno llevar estos pequeños pasos en la dirección correcta. A ver si con este relato logro que más centros de entrenamiento entienda el valor de conectar con otros, y que juntos logremos que más personas se mantengan en movimiento. Al final, te das cuenta de que todos tenemos los mismos dolores y estamos tratando de atacar problemas similares.
Traté de llegar muy temprano, se que a este tipo de actividades el llegar temprano paga. Puede ir conectando con los madrugadores, cuando llegas más tarde es más difícil unirse a los grupos y como se que soy de naturaleza tímida y me cuesta entrar en confianza, decidí llegar temprano. Esto me permitió encontrarme rápidamente con el anfitrión de la jornada. Un tipo espectacular, Guillermo Velez, el cual he tenido la suerte de ir conociendo cada vez más a través del tiempo. Rápidamente Guille me presenta a uno de los asistentes, el Gerente General de Speedworks, Rodrigo. Rápidamente empezamos a conversar, le empiezo a preguntar acerca de Speedworks, lo entretenido es que no tengo que fingir interés. Realmente me interesa conocer sus dolores, saber un poco más de los problemas que enfrenta. Rápidamente la conversación va hacia el capital humano, hacia el ticket promedio y la percepción de valor en el mundo del fitness. Hablamos de márgenes y de proyectos. Ya con esos 20 minutos de conversación debo decir que mi tiempo estaba "pagado", me permitió conectar con un interesante centro de entrenamiento, que lleva un poco más que yo en el mercado y que ha pasado por procesos de reinvención bastante complejos.
La jornada continuaba con un extraño formato de "speed dating", todos los auspiciadores del evento tenía su mesa y la idea era tener unos minutos para conversar con cada uno de ellos. Te encontrabas de todo, proveedores de equipamiento, software de administración, marketing, incluso una consultora de liderazgo. Debo decir que saqué muchas tarjetas y mañana buscaré conectar más en profundidad con un par que veo como oportunidades para el futuro. El formato es bastante incómodo, pero como tienes poco tiempo debes tratar de ir al grano. Debo decir que mi naturaleza de "CrossFit" hace que disfrute estas cosas cuando son realizadas por tiempo.
La siguiente etapa fue una especie de mesa redonda. Se nos llevó a un grupo a una sala aparte. Éramos principalmente los que salíamos del formato tradicional de gimnasio. Estuvimos presentándonos primero y se nos planteó el que cada uno hablara del principal dolor que lo aquejaba. Me acabroné y decidí tomar la palabra. Les hablé un poco de mi experiencia con el capital humano, la falta de formación hacia el servicio y lo atrapado que veo a este en el desarrollo de habilidades técnicas. Les conté un poco el modelo actual que utilizábamos y como habíamos ido de a poco impactando en el modelo de servicio. Cómo estratégicamente buscábamos desarrollar a nuestros coaches y que incluso habíamos fracasado olímpicamente en sacar una academia para formar entrenadores. Les propuse directamente el que pudiéramos todos trabajar en conjunto para potenciar una propuesta como la de Academia Fitness. Se generó un muy interesante debate y pude conocer un poco más de las realidades de Speedworks, de BIGG, de Habana Boxing, Lit y de un par de centros más que no recuerdo, pero los anoté.
Por último la jornada terminó con un almuerzo. Tuve la suerte de sentarme con Felipe Apablaza, el dueño de DMOOV. Debo decir que tengo un dejo de admiración hacia él. Es un personaje que ha tomado un rol bastante protagónico en el mundo del fitness. Ha logrado un posicionamiento espectacular con su marca DMOOV y siempre se le ve a la vanguardia de lo que es fitness. Además estuve almorzando con Diego de Club Recrear. También se generó una conversación muy interesante. Hablamos de deporte, de negocios, de alto rendimiento, de familia. Fue un muy entretenido almuerzo pero sobre todo provechoso en las conexiones humanas. Al final del almuerzo conversé un poco más con Felipe y se ofreció a darme una mano con algunos procesos de automatización que le habían funcionado muy bien. Me encanta cuando se generan esas instancias colaborativas. Acá es donde empiezan a aparecer las ganas aritméticas, esa búsqueda de lograr un 2 + 2 = 10. Es tan humano y tan maravilloso.
Debo decir que estas instancias me dejan agotado. El Daniel sociable hace un enorme esfuerzo en estas jornadas. Me pone incómodo, me es difícil, pero cada vez que participo siento que son las instancias correctas. Tal vez este camino me lleve a lograr algún día que 2 + 2 = 100. Creo que vale la pena intentarlo.
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