Aprender a ser vulnerables

¿Debe un líder mostrarse vulnerable?

Es una difícil pregunta. Hasta hace algunos años atrás mi respuesta hubiera sido categórica. Por nada del mundo. Me imaginaba que un líder debía mantenerse siempre estoico, mantener siempre ese semblante de hidalguía. Algo así como un superhéroe que no se doblega con nada, que es capaz de soportar la más dura de las batallas sin quebrarse. Eso imaginaba que debía ser un líder que valía la pena seguir.

Mi visión actual ha cambiado. Hoy en día veo el liderazgo desde una vereda más humana y menos de la de un superhéroe. Creo que es importante el ser capaz de construir confianza dentro de tu equipo, pero esa confianza no se transmite a través de mostrarse invulnerable, todo lo contrario, esa confianza se va construyendo día a día a través de las conexiones, a través de nuestra real humanidad. Esa que está llena de errores, plagada de defectos. Reconocemos esta característica y la abrazamos como parte fundamental de nuestra existencia, como parte fundamental de los equipos que formamos, que son imperfectos, pero necesitan de cada una de sus piezas. Porque de esta forma podemos lograr la utopía de la suma de las partes, esa utopía de lograr que dos más dos ya no sea 4, sino que logre ser veinte, o cien.

Todos queremos armar equipos cohesionados que funcionen como un relojito. Que cada una de sus piezas sea capaz de cumplir con su rol de manera impecable, que haya un alto nivel de foco en la tarea y al mismo tiempo un alto nivel de conciencia del entorno y como esa tarea cumple una función dentro de un todo. Esa imagen de las piezas funcionando en sincronía, como un baile perfecto en el que cada paso, cada secuencia se ve fluida, nada es forzado, cada participante es una extensión del anterior y parecemos uno. Para lograr eso creo que la confianza es esencial y que la confianza se puede construir en los equipo a través de la vulnerabilidad.

¿Por qué a través de la vulnerabilidad? Creo que el concepto de pedir ayuda lo ejemplifica. Cuando pedimos ayuda nos mostramos vulnerables. Aceptamos por un momento que no podemos solos, que necesitamos del resto. Nuestro ego muchas veces nos construye como seres individuales, como capaces de mucho. Es cierto, como individuos somos capaces de lograr mucho, pero como conjunto, como un equipo, podemos lograr lo imposible. Podemos alcanzar las estrellas.

Han sido semanas difíciles en variados aspectos. Hace ya más de un mes vengo lidiando nuevamente con dolores en la espalda. La hernia se reactivó y me tiene bastante inmóvil. Eso afecta muchas cosas de mi vida, pero principalmente el vivir con dolor nos hace cambiar, nos va agotando. El proyecto atraviesa por dificultades. El escenario inflacionario, un país con la demanda contraída y el exceso de competencia actual ponen al proyecto en problemas. Cada mes parece un poco más difícil y cada meta parece una enorme montaña a escalar. Los proyectos no han ido como se espera, hemos tenido tropiezos. Lanzamos Academia Fitness y a la fecha no ha logrado el interés que esperábamos, los servicios de salud a través del doc no han logrado posicionarse como alternativa y pareciera que no estamos en sintonía con el mercado. Los boxes se mantienen, nos cuesta mantener a las personas entrenando, no logramos esa constancia que necesitan, que todos necesitamos.

No me he sentido bien como líder en las últimas semanas. Me está costando más de la cuenta. Me siento solo, siento que no logro sacar lo mejor de cada una de las piezas de mi equipo. No logro esa sincronía que busco, ese relojito que funciona de manera impecable. Me frustro, me decepciono por simplemente no ser lo que debería, lo que necesito ser, lo que el proyecto Acción necesita que sea. Me he quedado corto las últimas semanas. No he estado a la altura. Me he perdido en el camino más de una vez, he perdido la paciencia más de lo que debería, me he enojado y no he estado a la altura. Sólo pedir disculpas a los que haya dañado en el camino. Mil disculpa por no lograrlo.

Creo que parte de mi no se atreve a ser vulnerable, le cuesta aceptar que no puede solo. Pero lo cierto es que no puedo, es que los necesito. A los que me rodea, a los que me apoyan, a los que me ayudan. Necesito ayuda como todos y nuestro proyecto necesita de cada uno de uds. Sobre todo necesito que todos nos ayudemos, que logremos entender que esto lo construimos entre todos y que la única forma de lograr la excelencia tan ansiada es que empecemos a confiar en todos como equipo y que repitamos una y otra vez durante nuestro día a día. ¿Te ayudo?. No tengamos miedo de pedir ayuda, no temamos sentirnos vulnerables.

Así que lo escribo claro y sin rodeos.

¿Me ayudas?


Comentarios

Entradas populares de este blog

Hombres de Acción

La luz del faro

El relato de una tragedia