Paciencia o complaciencia

Creo que la paciencia es una virtud, que muchas veces requerimos de ella y nos vemos afectados por la falta de esta. A medida que pasa el tiempo pareciera que esta aumentara. Pareciera que vamos logrando valorar de distintas maneras el paso del tiempo, que la perspectiva que nos da nos va llenando de esta virtud. No me considero para nada una persona paciente. No me describiría como tal y tampoco me jactaría de serlo. Me cuesta, siempre me ha costado.

Si recuerdo una época más impaciente, recuerdo mis 20 años como la época de mayor impaciencia. La etapa de la vida en la que quería que las cosas pasaran ahora. Recuerdo aprender a manejar y querer apurar los meses de práctica para poder hacerlo mejor. Recuerdo comenzar con mis clases de piano y sentir la frustración de lo lento que pasa el tiempo. Cuando pienso en esos primeros años de mi carrera profesional el principal sentimiento que evoca es la impaciencia, el querer avanzar pronto, el querer apurarme. Casi como algo automático e inconsciente. Querer saltarme etapas e ir directo a lo más importante. Creo que esta sensación es característica de esa etapa de la vida. Impaciencia y juventud van de la mano.

Creo que hay distintos tipos de paciencia, la veo en distintos contextos. Por un lado está la paciencia que tengo que tener con mis hijas o las personas en general. Muchas veces nos hacen perder la paciencia. Está la paciencia para afrontar un desafío, el que sabes va a tomar tiempo. Paciencia en los procesos de aprendizaje, tengo una nueva meta, necesito aprender cosas, tengo que construir la paciencia para lograrlo. Paciencia para enfrentar temas de burocracia, patentes, municipalidades y otros temas que nos ponen a prueba. Al reflexionar un poco pareciera que vivimos en un mundo en el que debemos aprender a cultivar la paciencia.

Con el tiempo he aprendido a no poner el foco en el resultado y dar más énfasis al proceso, de manera de sacar un poco la ansiedad de la espera. Lo veo como la principal diferencia con el paso del tiempo. Enfocar mis esfuerzos en el proceso, en realmente disfrutar el presente. Creo que uno de los principales "secretos" está en esto. Dejar de vivir del pasado o del futuro y simplemente asignar el valor de la vida al presente. Lo que está sucediendo frente a nuestros ojos. Ocuparnos de que lo que hacemos hoy nos dirija hacia dónde queremos llegar y simplemente disfrutar el camino.

No confundir la complacencia, sentarnos a esperar el resultado, a la paciencia, trabajar en pos de lo que queremos lograr y aceptar el tiempo como parte del proceso.

En más de una ocasión escucho cosas como.

"El próximo mes voy a empezar..."
"Estoy esperando a afirmarme en el trabajo para..."
"El  Lunes comienzo con..."
"todavía no es el momento, pero cuando pase x voy a hacer..."

Comienza ahora, no esperes al escenario perfecto, a la situación ideal. Se paciente en construir lo que quieres. No esperes a que las cosas pasen, empieza a trabajar en construir tu presente que forje tu futuro.

No esperes. 

Trabaja duro, se paciente y los resultados llegarán. Pero no dejes de disfrutar el presente! 

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