Lo cotidiano
Un alto en lo cotidiano, eso son las vacaciones, pueden ser un espacio de descanso o simplemente de interrupción de la rutina.
Cuando hablamos de rutina evocamos algo que parece inherentemente aburrido, tedioso. La rutina nos lleva a pensar en aquello que ejecutamos de manera automática, que no tiene entretención de por medio, es fome, es repetitivo, es tedioso. Creo que no tiene que ser así, o al menos considero que es importante construir una rutina diaria que sea interesante, que sea lo que tu quieres y que te lleve a conseguir las cosas que quieres.
La importancia que tienen los hábitos, esas cosas rutinarias e iterativas, en construir nuestra vida es fundamental. Ahí es dónde encontramos la diferencia para alcanzar nuestras metas. Es por eso que, a pesar de las vacaciones ser un momento clave y entretenido para recargar energías. El 90% de nuestro tiempo lo pasamos en la rutina, en lo cotidiano, en el día a día.
Creo que una labor fundamental para todos es buscar construir un día a día que te motive, que te desafíe, que te lleve hacia conseguir aquello que quieres. Suena muy irreal, pero creo que es esencial comenzar a hacer eso todos los días.
Para mi, mi rutina, tiene que incluir ciertas cosas que son fundamentales. Necesito tiempo para mi, es decir para hacer esas cosas que se me potencian y me llenan de energía. Ya sea tener el tiempo a primera hora de la mañana para volcar mis ideas en estas líneas o 10 minutos para meditar, o 20 minutos para trabajar mi movilidad o mi hora de entrenamiento. Se que mis días tienen que tener esa "libertad" de disfrutar aquellas rutinas que me hacen bien, que me potencian. Adicional a eso se que mi rutina tiene que tener cosas que me entretienen, trabajar en proyectos nuevos, armar nuevas ideas de negocio. Por último, se que mi día a día debe tener orden y estructura y debo organizar tiempo para tareas que son tediosas pero fundamentales. Llevar el flujo de caja, ordenar el EERR y coordinar mi equipo de trabajo. Mi día no estaría completo sin tener espacio para mi familia, para lo más importante. Un alto en el día para almorzar con mis hijas, para compartir con ellas al final del día.
Lo lindo de lo cotidiano es que podemos ir día a día mejorándolo, optimizándolo. Puede que hoy no sea perfecto, pero mañana puede ser mejor. Cada día es una nueva oportunidad para mejorar tu día a día.
¿Y las vacaciones?
Las vacaciones son sólo un alto en todo esto, nos permite respirar un segundo, re evaluar nuestras prioridades y entender si estamos construyendo la cotidianidad que queremos.
Que sea rutinario no quiere decir que no debe ser intencionado.
Dale intención a tu cotidianidad para que te lleve a lo que quieres. De esta forma no buscarás tomar vacaciones de tu cotidianidad sino que este será sólo un alto en el camino de seguir construyendo tu día perfecto.
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