No dejar de intentarlo
Quiero escribir un poco de meditación. Ya me he aventurado a escribir un par de veces al respecto pero no me canso de escribir acerca de este tema. En el último tiempo me he aventurado a guiar algunas meditaciones grupales. Al comenzar estas siempre pregunto acerca de quienes tienen experiencia con la práctica. Por lo general me encuentro con algunos que levantan la mano con un poco de cara de frustración. Como diciendo, "yo lo he intentado, pero no soy bueno". Acá es dónde me quiero detener un segundo, sobre el concepto del resultado de la meditación.
Llevo meditando de manera constante durante los último 5 años. Cuando digo de manera constante me refiero a al menos 2 veces por semana. En los momentos que me he alejado más de la práctica he logrado al menos mantener ese número. En total en esos 5 años he acumulado 60 horas de meditación y mis meditaciones en general son de 10-12 minutos, sólo algunas veces he practicado unas más cortas. En el último tiempo he logrado darle mayor continuidad y por lo general mantengo la práctica 5-6 veces por semana, como parte de mi rutina diaria. Ahora quiero dejar en claro algo, llevo 5 años intentando de manera consciente el ejercicio y no tengo mayor idea si lo hago bien o mal. No me siento experto en el tema y no siento que me voy a elevar al Nirvana o algo por el estilo. A pesar de llevar tanto tiempo realizándolo no me siento en lo más mínimo "bueno" para esto.
Ahora es respecto a esto que quiero reflexionar. ¿Por qué lo sigo intentando? Lo cierto es que la mayoría de los días meditar me pone muy incómodo. Me obliga a detenerme un rato y estar 10 minutos con mi mente, con mis pensamientos. Me obliga a enfrentar cosas que se atraviesan por mi mente y que muchas veces son molestas. El verme forzado a estar conmigo durante 10-12 minutos es un ejercicio de voluntad, que como consecuencia logra un estado de comprensión mayor. ¿Comprensión de que? A la fecha no lo tengo tan claro. Sólo se que hay días que logro sentirme mucho mejor después de meditar. A veces siento que se parece mucho a entrenar. Lo hago casi todos los días, muchas veces parto haciéndolo sin ninguna gana, durante la sesión muchas veces me siento muy incómodo, pero una vez terminada siempre siento una sensación de tarea cumplida, de satisfacción por llegar a la meta.
Creo que muchas veces nos atrapamos en los conceptos, en querer entender porqué de las cosas. En la meditación he encontrado algo que no entiendo mucho, que lo practico casi a diario y que me permite encontrar un momento de conexión que no encuentro de otra forma. Para construir esto he dedicado 10 minutos de mi día por muchos días y ha valido la pena 100%.
Para aquellos que aún dudan si intentarlo. Los invito a probar por un tiempo. Es difícil, es incómodo pero créanme que en el largo plazo van a aprender a disfrutarlo. Es un alto en el día, es un alto en sus cabezas, es un alto para su mente que van a lograr agradecer.
Para aquellos que ya lo intentaron, dejen de juzgar la práctica y simplemente háganlo. Sigan intentándolo. No se frustren, no generen expectativas de lo que debería significar. No van a lograr poner la mente en blanco, no van a levitar, no se va a arreglar todos tus problemas. Simplemente vas a generar un espacio para ti, para estar contigo mismo, parar enfrentarte a ti mismo cada día.
Hace 10 años atrás no me hubiera imaginado haciendo esto para nada. Meditar o incluso escribir. Abrir un espacio dónde volcara mis ideas y compartiera experiencias abiertas a ser juzgadas. Hoy sólo quiero compartir mi camino para que a otros les pueda servir. No se que debería pasar con la meditación, creo que a todos nos puede servir de manera distinta. Mi invitación es a no dejar de intentarlo.
Resistir y persistir.
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