La actitud y nuestro entorno

 "Tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto y encontrarás tu fuerza interior" - Marco Aurelio

Día Sábado 12:00 horas. Última clase de la semana y el cielo pareciera que se inunda. Cae y cae agua sin parar. Así ha sido las últimas 8 horas. El ambiente está húmedo y se siente muy frio. Somos alrededor de 12 personas las que vamos a realizar la clase. El coach saluda y se escucha una respuesta tímida. Todos con un lenguaje corporal que denota el frio que sienten en esos momentos. Se escucha como llueve y llueve, y el agua se escurre por todos los rincones del box (espacio de entrenamiento).

El coach nos guía a través de la clase. Un calentamiento que se siente como el día mismo. Frío, lento, con poca energía. Nada parece sacarnos de ese estado. No se escuchan muchas risas, salvo por la clase de los niños que está sucediendo a un lado, ahí las risas abundan. En nuestra clase la energía se siente baja. Ambos coaches van realizando un excelente trabajo revisando los movimientos, ajustando la prescripción del entrenamiento de hoy. Finalmente nos vamos a la explicación del trabajo del día, entre cada ronda se deben correr 200 metros. De inmediato el coach da distintas alternativas para aquellos que prefieren no correr. Es completamente entendible, la lluvia y el frio está en un punto alto. Salir a correr con lluvia puede ser peligroso, además de tener que soportar el frio, el quedar todo mojado. La decisión más "cuerda" pareciera ser no salir a correr.

Miro a un compañero a mi derecha, fue a sacar una cuerda y le digo "es sólo agua". Lo cierto es que es eso. Muchos rápidamente lo catalogan como algo difícil, algo incómodo. En mi cabeza se que nada de eso es cierto. Es solo agua, es una oportunidad de hacer algo distinto. No lo pienso. Se que voy a correr.

El entrenamiento comienza y la primera vez que uno sale a correr se siente muy incómodo. En cada pisada sientes como los pies se van mojando, no puedes evitar salpicar agua. Está lloviendo muy fuerte lo que hace que se sienta el agua contra el cuerpo. Está frio y el cuerpo aún está trabajando en regular su temperatura. Termina la primera salida a correr, empieza a sentirse un poco más de calor. Ya en la segunda ronda salir a correr pasa a ser una parte de disfrute. Rápidamente esa sensación de incomodidad se cambia por una sensación de libertad. Ya no es difícil, es simplemente agua y pareciera un excelente día para correr. Sigue avanzando el entrenamiento y aquellos que no partieron corriendo empiezan a salir a correr, con un poco de timidez, uno a uno se va lanzando a hacer esto que parece difícil. Uno a uno vuelven con la cara llena de risa, todos mojados, pero es sólo agua.

Última ronda, algunos ya terminaron y todos nos apoyamos, cada uno sale a correr bajo la lluvia. Como una pequeña catarsis siente el agua contra su cara. Aquello que parecía incómodo ahora es parte del entrenamiento, es parte de aquello que no podemos controlar y decidimos enfrentar. No lo juzgamos, simplemente lo disfrutamos y si es incómodo, lo enfrentamos una y otra vez, hasta que se sienta cómodo. Hasta que la sonrisa aparezca como parte de la convicción que hacemos lo correcto, que hacer cosas es para lo que estamos diseñados y estas no son fáciles ni difíciles.

La clase terminar con risas, aplausos y saludos. Se siente una energía desbordante. Muchos comentan lo rico que se sintió correr y como ese ambiente se fue contagiando en la clase. Disfrutamos de 20-30 minutos de hacer cosas difíciles, todos juntos. Lo que partió como un día frio de entrenamiento terminó como un momento de alegría, un momento de unión y comunidad. 

Es impresionante ver como nuestra actitud puede moldear nuestro entorno y definir nuestras capacidades. Lo difícil se convierte en fácil, lo incómodo en cómodo. También es hermoso ver como la actitud se contagia, se comparte. Cómo un día nublado de lluvia puede terminar en un día que se siente soleado y lleno de alegría. Siempre van a existir días nublados, nuestra actitud define nuestro entorno y el movernos es un excelente complemento. 

Elige tu actitud, lo dijo Marco Aurelio hace muchos años.


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