Un alto, un descanso, vacaciones
Han sido años distintos, diferentes, estos últimos. Todo lo que pasó con la pandemia y el estallido social, en lo personal, dejó una fuerte marca en el trayecto que llevaba mi vida. Al menos hasta ese momento. Durante los últimos 3 años he vivido una parte un poco más difícil de la historia de emprendimiento, de cierta forma me tocó volver un par de pasos atrás y comenzar de nuevo, de una manera más difícil. Esto trajo consigo una etapa de mayor stress, esfuerzo y momentos difíciles. Todo esos puntos hicieron de este "alto" en el día a día de algo más significativo. Tenía una relevancia distinta, no fueron sólo unas vacaciones. Este momento respondía a un espacio necesario de reflexión, de introspección. De poner las prioridades en su lugar y re agrupar fuerzas para seguir adelante, o de ser necesario, un cambio en el timón que cambiara la dirección en la que vamos.
Los primeros días debo decir fueron más complejos de lo que esperaba desde una perspectiva mental. Durante los primeros 2 días de vacaciones sentí una extraña sensación de culpa. Sentía que había cometido un error. Que estaba "soltando" mi esfuerzo y que había tomado la decisión incorrecta, que no era el momento de soltar, sino que era el momento de empujar más fuerte. Con el paso de los días ese sentimiento se fue aplacando. Fui logrando sacarme esta sensación que tenía mi cabeza, de estar aún luchando una batalla y de querer seguir luchando, para dar paso a disfrutar, a calmar el sentimiento de urgencia y volver a enfocarme en el presente, en el momento que estaba viviendo.
Debo confesar que el proceso se hizo más simple al ver a mis hijas disfrutar. Verlas sonreír y disfrutar de tantas "primeras veces" fue una sensación que fue calmando rápidamente todos mis miedos y fue dando paso a el sentir que estaba en el lugar correcto y en el momento correcto. Ver a mi pareja, a aquella que ha luchado junto a mi y me ha acompañado en todo este proceso, descansando, teniendo tiempo de calidad para disfrutar a sus hijas, a su familia, terminaba de pintar una imagen que se quedará conmigo por siempre. Creo que esta fue la parte fundamental. El ordenar las prioridades responde a eso, ver a mi familia feliz, ellos son mi principal motor, y pese a que tengo un propósito por el que lucho cada día, ese propósito no puede, bajo ningún motivo, interferir en la felicidad de mi familia, que son por mucho lo más importante. Esto no quiere decir de que no vivamos momentos difíciles como familia, para nada, simplemente entender que en el global, la felicidad de los que quiero, es fundamental. Esto me lleno de la energía necesaria para, sin lugar a dudas, seguir luchando.
No puedo dejar de destacar en estas líneas mi agradecimiento hacia mi equipo, parte fundamental de poder tomarme estos 10 días de desconexión responde al trabajo de cada uno de ellos. Del esfuerzo y compromiso que ponen en este proyecto y que me permite desconectarme por un tiempo para recuperar energías. Gracias por permitirme este espacio, uds. son parte fundamental de que estos 10 maravillosos días se pudieran hacer realidad.
Como reflexión final me resulta curioso el sentir que mi cabeza no quería dejar ir el estar metido en medio de la lucha, el querer seguir con el esfuerzo (fight or flight response) y cuando logro calmar esa sensación, sentir que estaba en el lugar preciso. Llenarme de una sensación de relajo, de paz, de renovar energía, de fortalecer convicciones, de aclarar ideas. Durante el resto de los días sentí como realmente mi cabeza y mi cuerpo descansaron. Como cada día comenzaba con agradecimiento por estar en el lugar donde estaba. No podía sentir mayor felicidad cada día que el de ver a mis hijas sonreír, jugar. Días largos en la playa que se volvían recuerdos inolvidables, que puedo atesorar como parte de esta historia y como una victoria dentro de todo este proceso.
Hoy vuelvo a trabajar en mis proyectos, pero con una visión distinta, con un foco distinto. Se que queda mucho por batallar. Se que aún queda mucho por recuperar y seguiré recibiendo golpes. Nada de eso me asusta. Lo recibo como parte del proceso, y hoy, más que nunca, sigo este proceso cargado de maravillosos recuerdos. Con todos esos momentos vivos en mi memoria de como aquellos que amo están disfrutando junto a mi este camino. Me quedo con las sonrisas de mi familia y con la tranquilidad que vamos en la dirección correcta.
Hasta siempre Vacaciones, nos volveremos a encontrar (espero no tener que esperar 3 años nuevamente)!
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