+ de 10 años de CrossFit

Sin darme cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, ya llevo más de 10 años practicando CrossFit. 10 años suena como bastante tiempo, ¿o no? A mi parecer si, en 10 años han pasado muchísimas cosas en mi vida. Comencé a entrenar CrossFit al poco tiempo de cumplir 30 años, ya tengo 41 años.  Cuando comencé a entrenar CrossFit no tenía hijos, hoy en día tengo dos maravillosas criaturas de 4 y 9 años. Hace más de 10 años atrás no tenía la menor idea de el camino que recorrería por el CrossFit. En aquella época tenía un trabajo que no me gustaba, el cual desarrollaba de manera diaria, hasta llegar el fin de semana dónde finalmente me sentía "libre". Hoy disfruto a concho mis días, disfruto de mi cotidianidad y pongo todo mi esfuerzo en mis proyectos y mis metas. Indudablemente al mirar hacia atrás veo muchos cambios, veo un lindo camino y veo a otro Daniel.

Pero más allá de los cambios personales, hoy me interesa hablar de CrossFit. Y como estos 10 años han ido cambiando mi forma de ver y entender este concepto. Y como, adicionalmente mi cuerpo y mente han cambiado en el proceso. Espero que estas líneas sean de utilidad ha más de alguno que está comenzando su camino y ojalá otros se vean reflejados en las distintas etapas que me ha tocado vivir a través de esta linda y entretenida disciplina.

Año 2010, un par de años antes de empezar a hacer CrossFit

Nunca volverá a ser como al comienzo.

Esto viene desde mi experiencia, pero esa maravillosa etapa, cuando estamos partiendo el CrossFit, para algunos pasa antes que para otros, pero eventualmente caes en un proceso que vas a empezar a desbloquear movimientos, vas a lograr superar tus pesos. Día tras día te vas a enfrentar a desafíos y vas a ir superándolos. La velocidad con lo que lo hagas, va a depender mucho de tu dedicación, pero vas a tener una etapa dónde ir al box va a ser sinónimo de superar tus límites. Ya sea porque los procesos de fuerza se consolidan, la técnica mejora o simplemente la sinapsis neuronal se refina, hay un punto de "flow" maravilloso dónde todos son PR's (Personal Record) hasta que un día desaparecen y son cada vez más esquivos. No quiero asustarlos, sólo ser honesto. Hoy en día acepto y mido mi fitness en base a como me voy sintiendo. Si logro 5 KG menos que mi PR no dudo en celebrarlo. Trato de disfrutar cada entrenamiento y sigo empujando mi cuerpo a su mejor versión. ¿Será que ese momento ya pásó? Es probable que la respuesta sea si, a mis 41 años, no obstante sigo empujando fuerte para ser mejor cada día. ¿Mejor que quien? Simplemente mi mejor versión.

Entrenar sólo una pequeña parte de la ecuación

Cuando comencé en CrossFit y durante toda mi vida practicando deporte siempre sentí que el esfuerzo puesto en el entrenamiento era más que suficiente. Si me esforzaba en el gimnasio el resto de mis hábitos ya no son tan malos, porque tengo uno bueno, que todos saben que hace bien. Lamentablemente no funciona así, los buenos hábitos generan un efecto multiplicador, así como los malos generan un efecto contrario. Es por esto que a medida que he ido avanzando en este proceso he ido lentamente incorporando mejores hábitos de vida. Esto acompañado por el propio proceso de envejecimiento que me ha ido "motivando" a mejorar. Al par de años haciendo CrossFit decidí incorporar la nutrición a mis hábitos alimenticios, quiero dejar en claro que no incorporé dietas, sino que principalmente cambié el foco de mi alimentación buscando comer lo que mi cuerpo necesitaba principalmente. Es uno de los cambios más difíciles de implementar pero que mejores resultados entrega. Con el paso del tiempo fui incorporando el descanso, las horas de sueño, conceptos de higiene de sueño, hidratación, meditación, evitar alimentos procesados, no alcohol. Cada uno de estos hábitos busca tener un impacto en mi calidad de vida, en como me siento entrenando y como puedo rendir en mi día a día. Indudablemente si miro atrás, el Daniel de 30 años tenía una serie de malos hábitos que he ido logrando exitosamente erradicar y que han tenido un impacto muy positivo en mi calidad de vida.

La magia está en la Comunidad

Durante años entrené basado en la disciplina. Durante 11 años asistí religiosamente al gimnasio por 2 horas y entrené con mis audífonos puestos, sin compartir con absolutamente nadie, yo y las pesas. Debo decir que es una extraña forma de desarrollar un hábito. Se basa mucho en cumplir y muy poco en disfrutar el momento. Cuando comencé CrossFit me parecía poco eficiente el uso del tiempo. Estar tan preocupado de "otros" y tampoco de mi propio Fitness. No entendía que lo que estaba perdiendo lo ganaba en otra forma mucho más relevante. Es cierto que a veces uno se distrae en clases, es cierto que al ser grupal no está enfocada en mis necesidades específicas, es cierto que desde una perspectiva "técnica" puede no ser la mejor forma de abordarlo. Pero después de 10 años estoy seguro que es la forma más entretenida de mantenerte en forma. Compartir con otros, competir con otros. Reír y disfrutar de una hora de desconexión, de entrenamiento. Disfruto el ser parte de una clase y que un coach me indique que hacer y me corrija cuando hago algo mal. Disfruto ver como mis compañeros se superan y como lo intentan día a día, veo en sus caras lo que les cuesta y también veo su alegría en cada superación. Puede que esta etapa no sea la más fructífera en PR's pero es la etapa dónde más he disfrutado el fitness colectivo. Ver y sentirme parte del desarrollo de otros. Encontrar esa conexión es fundamental porque te hace siempre querer volver. Y al final, eso debería ser el mejor sistema de entrenamiento.

Año 2014, ya más de 2 años de CrossFit

CrossFit y las lesiones.

Este punto es siempre polémico y debo aceptar que en el camino he tenido bastantes y de distinta índole. No existe ninguna de las lesiones que no haya sido 100% culpa mía (en mi experiencia personal, eso no quiere decir que todas las lesiones son culpa de uno). Acá debo aceptar que muchas veces se trató de no escuchar a mi cuerpo, de no hacerme cargo de problemas de movilidad que acarreo hace años o simplemente por escuchar a mi EGO y ponerle más peso a la barra del que debería. En el 100% de las lesiones pude ver el momento de la decisión estúpida y tuve que conformarme con que es parte del proceso. Cada una de esas lesiones me ha enseñado, son parte de mi camino aunque son momentos difíciles. Como nos ponemos de pie después de estos momentos son parte de el entrenamiento. Acá podré sonar muy "estoico", pero veo cada lesión como una enseñanza de vida que me ha forjado y me ha enseñado a ponerme de pie. A valorar lo que si puedo controlar y aprender un poco más de mi cuerpo. Indudablemente es una forma dura para aprender, pero ¿no es así como se aprenden las principales lecciones de la vida? CrossFit vive también en este mundo de superar los límites. Lamentablemente esto tiene sus riesgos. Hay que aprender a escuchar al cuerpo y no dejar que nuestro Ego tome las decisiones.

Diciembre 2016, día de tradiciones, día de Murph


La intensidad y como manejarla.

Este apartado es de los que más me ha costado entender pero creo que acá reside la clave de un CrossFit para la longevidad, entendiendo este sistema de entrenamiento como algo posible a acompañarte el resto de la vida. CrossFit es por definición intenso, ejercicios funcionales, constantemente variados ejecutados a alta intensidad. Esta definición de libro puede llevar a confusiones. ¿Esto quiere decir que siempre debo reventarme en cada entrenamiento? No, por favor no. La intensidad es relativa a cada individuo y debe siempre tomar en consideración el contexto. Debo aceptar de que hace 10 años, cuando comencé a practicar CrossFit todos los días quería que fueran al 100%, si no lo daba todo para que lo intentaba. Con el tiempo me fui dando cuenta que a la vida no le importa tu fitness y que cosas van a suceder que van a impedirte dar tu 100% algunos días, y no pasa nada, a nadie le importa. Aprender a escuchar al cuerpo, aprender a aceptar que hay día que solamente nos pondremos en movimiento, haremos el WOD a el ritmo que nos sentimos con ganas de hacerlo y continuaremos con nuestra vida. Cada día voy decidiendo como voy a enfrentar mis entrenamientos. Ya sea por como dormí el día anterior, la carga de trabajo, el tiempo disponible y un sin numero de variables. Sólo se que cada vez que puedo entrenar lo disfruto y si me toca la suerte de estar en un buen día. Ahí vamos con todo, buscamos el 100% y si se alinean los planetas, podríamos lograr un PR. ¿Y si no?, da exactamente lo mismo, no pasa nada. Seguimos disfrutando el camino, lo pasamos bien, nos reímos, disfrutamos y estamos listos para el siguiente día. La clave está en mantenerse en movimiento y lograr intensidades relativas. ¿Relativas a que? Relativas a tu persona, a como te sientes y lo que necesitas. Lo que si te doy por sentado es que necesitas moverte, ¿cuan intenso? Con el tiempo he ido aprendiendo a que es una decisión que no manejo al 100%

Como nos vemos

Acá creo que he cambiado más de lo que soy capaz de entender. A medida que ha pasado el tiempo he aprendido a querer mi cuerpo por sus capacidades físicas, por como soy capaz de entenderlo y como soy capaz de usarlo, y a admirar los cuerpos por esta mismas características. Atrás quedaron las inseguridades respecto a mi cuerpo y lo que podían opinar otros de él y hoy en día disfruto de mis capacidades físicas. ¿Me gusta verme bien? Por supuesto, pero más me gusta sentirme bien. A mis 41 años me siento fuerte, lleno de energía y vitalidad. Aún sigo aprendiendo cosas de mi cuerpo, sigo desbloqueando vías neuronales y tratando de sacar el mayor partido a este maravilloso regalo que es el cuerpo humano y que llevo ya tanto tiempo tratando de descifrar. Me encanta CrossFit y como entrenamos hombres y mujeres todos juntos. Me encanta como CrossFit promueve cuerpos fuertes, independiente del género, y me encanta ver en el box a personas que aprenden a querer y cuidar su cuerpo. No tengo dudas de que esto es un proceso complejo, difícil para todos. Podemos hablar horas de estos temas, respecto a estándares de belleza, respecto a presiones sociales y un largo etcétera. Me encanta llevar la conversación al plano de las habilidades físicas. ¿Estás desarrollando todo tu potencial?, para mi es la pregunta clave, y no olvides, nuestro cuerpo funciona con la máxima de "si no lo usas, lo pierdes". Usa tu cuerpo, disfruta tu cuerpo cada día y verás que envejecer no es sinónimo de debilidad. Aprendamos a querer nuestro cuerpo y lo que nos puede entregar.


Año 2020 encerrado en casa entrenando


Ya son más de 10 años de este lindo camino. Indudablemente lleno de cambios y de aprendizajes. Espero poder seguir disfrutando de los próximos 10 de la misma manera. Seguir viendo crecer una comunidad de personas que no toman el camino fácil y que ven como pueden tomar el control de su salud a través de los hábitos. Quiero creer que todo esto vale la pena y que realmente lograremos hacer la diferencia. Después de 10 años mis convicciones están más fuertes que nunca y vamos por más.

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