Mariposas en el estómago

Uno de los primeros miedos que tuve que afrontar al "independizarme" fue el dejar de contar con un ingreso fijo. Le llamo miedo en ausencia de otra palabra. No siento que sea el mismo miedo a cuando nos asustamos. Corresponde a una sensación un tanto distinta. Es una sensación incómoda. Se siente como "mariposas en el estómago". Suena indudablemente como un sentimiento muy extraño. Recuerdo que me costó varios meses el luchar con esa sensación de incomodidad. Cada día la sentía menos, hasta que en algún momento se hizo parte de mi realidad y ya no hubo incomodidad. Seguía viviendo en la misma incertidumbre. Mi entorno no cambió, pero yo si cambié.

Incomodidad, es lo que siento define esa etapa. La incertidumbre constante. El estar enfrentado a un futuro incierto. Algo que no controlamos. Todos buscamos la sensación de control en nuestras vidas de manera constante y esta es la que nos hace sentir cómodos. Y esa sensación pareciera ser la que queremos en la vida. Al final, nadie quiere sentirse incómodo. ¿o si?

Llevo más de 10 años como independiente. Viviendo de la incertidumbre y construyendo sensación de control. Lo destaco como sensación de control porque ya entiendo que no es más que eso.  Calmar las ansiedades para sentir que estamos en control cuando en la realidad es muy poco lo que realmente está en nuestro control. Si algo me dejó la pandemia fue el sentir que poco tenemos para hacer para controlar nuestro entorno y que simplemente tenemos que aceptar lo que nos llega y aprender a lidiar con ello. Levantarnos y ponernos de pie cada vez que nos boten. No frustrarse y volver a construir un ladrillo a la vez. Adaptarnos, evolucionar, fluir a través de este maravilloso desafío que llamamos vida.

Lo curioso es, como, a pesar de que queremos sentirnos en control, que nos molesta la sensación de incomodidad, en esos momentos son dónde residen etapas fundamentales de nuestro camino. Estas son las bifurcaciones, las decisiones y los momentos clave dónde aquello que nos importa trasciende. 

No importa que sea. Pero si estás en un momento que sientes esas "mariposas en el estómago", estás en el lugar correcto, en el momento correcto. Pese a que no sabes que depara el futuro te puedo asegurar que la decisión que debes tomar, el camino que debes afrontar es el correcto. Es el que realmente te importa y el resultado no lo puedes controlar. Sólo entregarte al momento, al camino. Puede que se sienta incómodo, puede que no quieras enfrentarlo y lo aplaces. Busques dilatar la decisión. Incluso más de una vez trates de darle la espalda. Buscar la forma de "matar esas mariposas". No lo hagas. Enfrentar ese momento, aprender a vivir en esa incomodidad y tomar el desafío. Si hay mariposas, va a valer la pena. Incluso cuando no lo logremos. Es poco lo que controlamos del resultado, pero si podemos decidir a que dedicamos nuestro tiempo y atención. Elige vivir incómodo.

¿Porqué escribo estas palabras? No he dejado de estar incómodo. Llevo 10 años buscando cada día esas mariposas. Se que cuando las encuentro el camino es el correcto. ¿Siento miedo? Muchísimo, pero también ya entiendo que esas mariposas son las que hacen que los días cuenten. Que lo que hago me importa y que estoy dedicando mi vida a aquello que realmente me parece relevante. 

Hoy me levanté lleno de mariposas en el estómago. Siento esa inseguridad, escribo estas palabras incluso como una manera de calmar mi ansiedad. Aplacar el miedo y no afrontar aquello que me toca hacer frente. Pero se que al terminar el día lo habré enfrentado y que es el camino correcto.

El resultado es incierto, siempre será incierto, pero decido enfrentar este momento y dejar que las mariposas me acompañen en el camino.

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