Confiar del proceso

Ya van 618 días desde que llegó el COVID-19 a cambiar nuestras vidas. Ha sido un periodo difícil. Una etapa de replantearse los objetivos, rediseñar caminos y testear las convicciones. Ya parece muy lejano ese mundo sin restricciones de aforo, sin normas sanitarias y sin vacunas. De cierta forma se va dando un ajuste, natural o no, nos adaptamos y buscamos salir adelante.

En toda esta etapa hemos tenido que reconstruir mucho de lo destruido. Hay que volver a ponernos en pie y sacar adelante nuestros proyectos. Aquí aparece una vez más el real secreto del éxito. La que nadie quiere pero que todos sabemos que funciona. Aquella que requiere confianza, esperanza y por sobre todo paciencia.

Todos lo hemos vivido de una u otra forma. Finalmente comenzamos la dieta. Ya han pasado un par de semanas, nos pesamos, nos miramos al espejo y vemos prácticamente nada. Queremos creer que algo está pasando, tratamos de auto convencernos que así es. Pero no lo sabemos, pensamos en renunciar, esto no da resultados, no vale la pena.

Cambiamos de entrenamiento, queremos mejorar. Empezamos un nuevo método y ya van algunas semanas. No sentimos muchas mejoras y estamos agotados. Todo pesa más que antes y pareciera que todo el esfuerzo no está trayendo los resultados. Tal vez equivocamos el camino, comienzan las dudas y queremos dejar de intentarlo. ¿valdrá la pena? No hay como saberlo, la respuesta sabemos que está en seguir, pero no queremos equivocarnos. Tenemos miedo a equivocarnos.

Yan van más de 9 años de proyecto con Acción. El último tiempo ha sido más de bajos que de altos y a veces me cuestiono el seguir. Es difícil, duele. Pero tengo claridad de algo. El secreto siempre ha estado en la constancia. En entender que no hay una receta mágica, es simplemente levantarse día a día a tratar de ser mejor que ayer. En mejorar día a día ese 1%, en intentarlo cada vez un poco más y creer en el proceso, confiar que ese esfuerzo nos va a llevar hacia dónde queremos. Se que tenemos muchas falencias. Nuestro proyecto no es perfecto, ni se acerca a serlo. Pero trabajamos incansablemente día a día por ir mejorando. 

¿Es difícil? Muy complejo, constantemente están los cuestionamientos. Sentimos que no vamos por el camino correcto, que nos equivocamos una y otra vez. Nos miramos al espejo y no vemos cambios. Pero sabemos que mañana será otro día. Que podremos volver a intentarlo y que la clave está en eso. Tener otro día más, otra oportunidad más y nunca bajar los brazos.

Después de tanto tiempo ya existen cosas que creo que funcionan. Las vuelvo a probar. Lo vuelvo a intentar. 

Se que la clave está en la constancia, el que se rinde, pierde. No estoy dispuesto a rendirme. Se que no soy el mejor......aún. 

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