Esto también va a pasar

Es extraño comenzar a escribir sin una dirección concreta. Dejar que las ideas fluyan y se vayan lentamente plasmando en un papel, en este caso en un monitor. Por algún motivo no he encontrado temáticas de las cuales escribir en los últimos días. De cierta manera siento que no logro escuchar mis ideas, siento tanto ruido que se nublan hasta mis pensamientos. Mis días transcurren en un ritmo frenético. Paso de función a función, haciendo caso omiso a todos los conceptos de eficiencia, y me veo forzado a un sin sentido "multitasking", que me deja con una sensación de hacer mucho pero que al evaluar los resultados no he hecho nada.

"Esto ya va a pasar", mantengo esa frase como mantra en estos momentos. Si algo me ha enseñado la vida es que los momentos pasan, que los dolores pasan y que la vida continua. Que no importa cuanto duela hoy, mañana será sólo un recuerdo el cual nos habrá entregado una enseñanza, nos habrá dejado un concepto, una cicatriz más en nuestra constante evolución. Porque esa es la idea, evolucionar, cambiar, mejorar.

Me enfoco en lo que puedo controlar. Trato de seguir adelante pese a los golpes, pese a los dolores. A veces siento que no me hago cargo, que no enfrento. Pero prontamente me doy cuenta que no vale la pena, que en muchos casos es desperdicio de energía. Hay cosas que salen de mi control y lamentablemente no tengo forma de cambiar. Aprender a dejar de escuchar, o simplemente seleccionar a que poner nuestra atención. Vuelven a mi conceptos de la meditación, hábito que había logrado incorporar y que he perdido bastante en los últimos meses. Aquí hay una clave, un a mejora, un 1%.

Porque eso son las mejoras o al menos así las entiendo. No se trata de los "big win", se trata de las constantes mejoras, de ese 1% diario que nos lleva crecer, a evolucionar. El camino, la constante búsqueda de una perfección inalcanzable. El querer ser mejor por uno mismo, por lo que uno siente. Querer ser mejor padre, mejor jefe, mejor esposo, mejor hijo. ¿No será todo esto mucha presión?

No lo veo como una presión, lo veo como un propósito. El tratar de alejarse de la mediocridad día a día, pese a que todos caemos en esto. El entender que depende de nosotros, que la actitud como enfrentamos cada día es una decisión, es una declaración. Seguir luchando pese a el dolor, pese a lo difícil, pese a lo disconforme que a veces nos podemos sentir.

Parecen palabras sin sentido, que toman sentido mientras las escribo. Se lee un poco el cansancio. Pero como no estarlo, es cansador, es agotador, pero vale la pena cada segundo de esta vida.

¿Y lo malo?

Esto también va a pasar.

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