Escribir, comunicar y expresar.

Hace más de un año que comencé con este espacio. Decidí, con mucho miedo, comenzar a escribir acerca de los vaivenes que me ha tocado vivir desde que volqué mis energías a emprender. Quise de cierta forma encontrar una vía de escape, un lugar que me permitiera canalizar mis emociones, fueran las que fueran. De cierta manera el exponerme, el volverme vulnerable siento que me permite liberarme de parte de la carga que siento en el día a día. El emprender es solitario, muchas veces se siente muy solitario. La responsabilidad final recae en uno, no importa cuanto revises las decisiones, la última palabra y la responsabilidad nunca la podrás evadir.

Muchas de las decisiones que tomo han sido incomprendidas He tenido que aprender a recibir críticas y más de una vez sentirme denostado por mi actuar. Este espacio en algunas ocasiones me sirve para eso. Para poder liberar mi versión, independiente que nadie lo lea. El acto de exponerlo, de dejarlo salir, genera una disminución en la presión que siento y eso es algo que siempre se agradece.

Por otro lado, a medida que fui liderando un equipo, y este a su vez fue creciendo, sentí cada vez más difícil mantener la conexión con cada uno de ellos. El acto de escribir acerca de mis valores y principios buscaba de cierta forma servir como brújula en sus decisiones laborales. Entender un poco más que es lo que buscábamos con el proyecto y que pasaba por mi cabeza. Por otro lado, mi intención era estrechar los lazos de confianza. El acto de exponerse, de mostrarse vulnerable, es una de las maneras que encontramos para fortalecer la confianza. También pensé que podía ser una instancia para compartir ideas, y porqué no? estrechar lazos.

Debo decir que pese a todo el tiempo transcurrido, aún no me siento cómodo escribiendo. Aún siento miedo cada vez que toco una temática o que trato de desarrollarla. Se que mi redacción no es de las mejores. Me cambio de idea una y otra vez, muchas veces perdiendo el hilo conductor que busco explicar. La manera como escribo muchas veces no es coherente con un relato entretenido. Me cuesta comunicar. Siempre ha sido una de mis debilidades y por otro lado, me asusta muchas veces decir lo que pienso, por miedo a la crítica, por miedo a ser incomprendido.

Los últimos días han sido de mucha presión. Siento como incansablemente trato de evitar que todo se desmorone pero no soy capaz de lograrlo. Recibo golpe tras golpe, muchos incluso, golpes que nunca vi venir. Pareciera que nunca termina.

Comienzo un nuevo día Lunes, volcando mis emociones, tomando fuerzas y dándole sentido a todo, una vez más..... 

La pelea continua...


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