¿Una nueva etapa?

"Papá, ¿vas a abrir el box ahora que la comuna pasa a Fase 2?"

"Pucha hija, la verdad que no lo voy a hacer. No puedo seguir abriendo y cerrando y lamentablemente por ahora no tengo como saber si me van a dejar abrir, porque no depende de mi. Pero créeme que tengo muchas ganas de abrir."

"Ojalá puedas abrir pronto, me encanta ir al box"

Lo anterior es un pequeño extracto de una conversación con mi hija, de 7 años. Yo venía manejando y al terminar la conversación los ojos rápidamente se me llenaron de lagrimas. Me ha costado mucho esta etapa, este nuevo encierro no tan nuevo.

Durante las últimas 4 semanas muchas emociones han rondado mi cabeza y a pesar de que durante un año creo que hice un buen trabajo en ese ámbito, finalmente siento que sucumbí. No he podido avanzar, no he logrado tomar el control de la situación y simplemente decidí entregarme. No oponer más resistencia, dejar de luchar. Es curioso como pareciera que no oponer resistencia sería más fácil. Pero me ha pasado todo lo contrario. Ha sido muy doloroso.

Ahora me encuentro en una etapa de tratar de retomar el control, pero el control en aquellas cosas que si están a mi alcance. En aquello que me forma y me lleva por el camino correcto.

Decidí aceptar ayuda, se que me cuesta, pero era hora de aceptar que no puedo solo.

Volví a meditar, tratar de entender mis emociones y trabajar con ellas.

Estoy retomando mis hábitos de sueño, volver a definir un horario de dormir y despertar.

Disfrutar el entrenar y alimentarme de manera consciente.

Seguir alimentando mi intelecto, leyendo libros e investigando acerca de lo que me interesa.

Tratar de retomar mi propósito, por más difícil que sea, no dejarlo ir, porque es mi brújula. Buscar proyectos ideas que me acerquen a mi objetivo, por más difícil que se vea en estos momentos. Por más que nuestra sociedad siga relegando la actividad física y los buenos hábitos al patio trasero, quiero seguir luchando por visibilizar la importancia de desarrollar una vida integral, completa, física y emocionalmente sana.

Siento que llegó el momento de sacudirme el polvo, aceptar mis heridas y pese al dolor ponerme de pie e ir a buscar lo que quiero, cueste lo que cueste. La vida me va a seguir golpeando, pero nada ha terminado, cada día es una oportunidad nueva para luchar y debo dar la pelea, aunque duela. Se que es difícil, pero se que vale la pena.

No se cual es el fin de estas líneas. Volcar mis emociones. Dejar plasmada una arenga motivacional o simplemente dejar por escrito un compromiso conmigo, que me empuje a luchar. 

Por ahora, un paso a la vez, de a poco incorporar pequeñas metas, pequeños pasos que me acerquen a aquello que no voy a dejar de buscar.

El resultado es incierto, pero siempre lo va a ser....



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