Salud y Actividad Física
Hace ya varios meses comparto un chat con dueños de gimnasios de Chile. El grupo se creó con la intención de coordinar esfuerzos para lograr concientizar a nuestras autoridades respecto a la importancia de la actividad física y la actividad que realizamos. Adicional a eso buscaba compartir prácticas acerca de como estamos enfrentando el funcionamiento en medio de esta pandemia. De cierta forma se junta en este grupo una mezcla bastante heterogénea de la actividad física. Encontramos acá a grandes cadenas de gimnasios, pequeños gimnasios de barrio, algunos pequeños estudios y boxes de CrossFit. Cada uno de estos lugares tiene particularidades, un modelo de negocio, un objetivo y medidas de funcionamiento específicas, pero para nuestras autoridades somos lo mismo.
Pese a que el grupo reviste distintas realidades hay algo que compartimos todos. ¿Qué pasa que nadie nos considera importantes? ¿Porqué nadie nos considera como una actividad relevante para la salud de la población? ¿Qué pasa que a las autoridades no le interesa que nosotros funcionemos?¿ Que acaso nadie sabe que el deporte es salud?
He leído muchas teorías del porqué de todo esto. Existen las teorías conspirativas complejas respecto a un plan mundial de dejarnos sedentarios para controlarnos. Otros hablan de simplemente autoridades ineptas. Pueden existir variadas razones, pero desde mi lado creo que el problema es simplemente de ignorancia. De realmente no entender ni conocer la labor que se realiza en estos espacios. Razón por la cual, incluso, nos juntan como gremio, sin tener tanto en común.
Así que más allá de seguir "pataleando" dado el enojo y la frustración de porqué no nos consideran. Quiero aprovechar estas líneas para relatar que es lo que sucede día a día en Acción. Porqué sentimos que somos importantes y exponer los hechos que nos hacen sentir como un pilar fundamental de nuestra sociedad (es un título bastante elocuente, pero honestamente creo que es el sitial que debiésemos ocupar, no solo Acción, sino que todos los proyectos que buscan atacar el problema del sedentarismo y malos hábitos)
El día de ayer tuve la posibilidad de presenciar un momento maravilloso. Uno de los momentos que hacen que todo lo que hemos pasado valga la pena. Hace un par de semanas llegó a entrenar con nosotros un joven de 21 años. El ha tenido muchos problemas de salud, problemas graves, operaciones múltiples, parálisis de la mitad de su cuerpo, incluso fue parte de la Teletón. Llegó a preguntarnos hace unos días atrás si podía entrenar con nosotros. La respuesta, como pueden adelantar, fue que si. Desde ese día tengo el privilegio de ver a este joven luchar contra sus limitaciones, contra las dificultades que le dio la vida. La primera clase no pudimos lograr que hiciera "Jumping Jacks" (busque en youtube si no conoce el salto estrellita). El día de ayer presencié como, con la ayuda de uno de nuestros coach, logró hacer 5 seguidos. Para muchos puede parecer algo irrelevante. Para la vida de este joven es un pequeño paso que le devuelve vida y autonomía. A sus cortos 21 años aún le queda mucho por vivir, por avanzar y va a necesitar de su cuerpo para eso, como todos.
Hace unos días atrás, a través de las RRSS, pude ver como un par de nuestros alumnos más antiguos fue a celebrar su matrimonio al extranjero. Junto a ellos, se encontraban sus amigos del box. Un grupo humano maravilloso que ha generado un lazo de amistad real. Son un grupo fuerte y unido que se formó al alero de nuestra bella comunidad. Ellos cultivan una amistad en torno a la actividad física, a un hábito saludable que comparten. En su viaje se les veía siempre incluyendo un espacio al deporte. La visita a un par de box de CrossFit, tratando de mantener el hábito de la actividad física, son estos hábitos los que construyen un buen sistema inmune.
Hace un par de meses tengo la suerte de dar clases. Esto me ha permitido participar de manera más directa en el desarrollo de cada uno y ver la evolución de cada uno de mis alumnos. Es increíble ver como cada cuerpo va adaptándose, mejorando y entregando de vuelta recompensas al esfuerzo. Veo con alegría y agradezco cada sonrisa que puedo ayudar a entregar durante esa hora de clase. He visto como una alumna que no pudo aguantar el calentamiento en su primera clase hoy es capaz de completar la clase y más de alguna vez terminar el WOD (trabajo del día). Nosotros la ayudamos con la plataforma, con el espacio, con el apoyo, el esfuerzo lo pone cada uno en tomar el control de la salud y su vida.
Veo una madre, junto a su hija, participando de una clase. Como en familia se construyen hábitos saludables. Esos que se inculcan y se enseñan con el ejemplo. Los más importantes. Que no son "de la boca para afuera". Esos son los valores que realmente quedan para el resto de la vida.
A diario puedo ver como nuestros espacios entregan salud. Salud desde distintas aristas. Desde el trabajo físico, aumento de frecuencia cardíaca, mejoras en el sistema respiratorio y desarrollo muscular. A esto le sumamos las conexiones humanas, que pese a estar distanciados tratamos de hacerlos sentir parte de algo, parte de una comunidad que quiere hacer deporte, que entiende la actividad física es esencial. Las risas, la comunidad, la alegría que entrega este espacio son cosas que debemos vivir para entenderlas realmente.
Mientras escribo estas palabras veo a través de la ventana de mi oficina a un joven amputado, con una prótesis, haciendo sentadillas, compartiendo con más personas una clase, un momento de actividad física. Todos estos momentos son una pequeñísima muestra de lo que hacemos a diario.
¿Porqué no somos esenciales? ¿ Porque este tipo de espacios no son importantes en nuestra sociedad?
Simplemente por la ignorancia de nuestra sociedad. Esa misma sociedad que nos tiene como campeones de obesidad, como campeones de sedentarismo. Enfermos e infelices...
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