El Profesor, el coach, el mentor o la guía
Quiero partir dejando en claro que no me defino como coach de ninguna disciplina en particular, llevo alrededor de 20 años ligado a disciplinas del fitness, ya sea practicando, administrando e incluso impartiendo clases. He realizado algunos cursos de CrossFit (Nivel 1 y 2) y por lo demás soy un fanático de aprender cosas nuevas. No estudié pedagogía y nunca pensé en dedicarme a la docencia o la enseñanza. Por algún motivo nunca lo pensé como un posible camino a recorrer.
Cuando comencé este proyecto, que tiene una relación muy directa con los procesos de enseñanza y aprendizaje, mi instinto me llevó de inmediato a buscar profesores de educación física, pensando que en estos encontraría a los profesionales indicados para potenciar el proyecto. Uno de los principales aspectos que buscaba en nuestro proyecto era reforzar el proceso de enseñanza continuo, el estar siempre repasando las bases para lograr ir "perfeccionando" la forma como entendemos y nos relacionamos con nuestro cuerpo.
Para mi sorpresa, con el tiempo fui aprendiendo que el enseñar tiene un gran componente de vocación y habilidades blandas que al parecer no enseñan en la universidad. Que, a pesar de cursar una carrera de un gran número de semestres, esta no necesariamente te asegura que encontrarás personas con vocación para ayudar a otro y traspasar conocimientos. Fue de esta forma que conocí distintos profesionales con muchísimo conocimiento en movimiento y que descubrían la pasión por enseñar, adicional a esto, de a poco fui abriendo oportunidades a otros profesionales, dispuestos a aprender y con una marcada vocación por ayudar a otros. Acá llego a una frase cliché que me ha acompañado hasta la fecha "Nobody cares how much you know until they know how much you care".
Fui aprendiendo que todas las certificaciones, que todos los libros y los estudios no son capaces de suplir la vocación, el como nos hace sentir ayudar a otros, entregar conocimiento y tener la posibilidad de compartir nuestro desarrollo. El tiempo me permitió valorar cada vez más la función del coach y como esta requiere de un alto nivel de compromiso y ante la ausencia de esto simplemente se desperdician los conocimientos.
La labor del coach es de entregar, de dar a otros y no esperar nada a cambio, el mayor premio es ver el desarrollo de tu alumno, es poder vivenciar como con tu apoyo, a través de tus conocimientos, puedes ayudar y guiar a otros a conseguir sus objetivos. El valorar esto es esencial y sin este importante condimento la labor termina perdiendo el sentido.
Cargado de todo ese aprendizaje y después de más de 7 años decidí dar un paso adelante. Olvidarme de aquello que me pueda faltar y confiar en mi genuina búsqueda por ayudar a otros a conseguir sus objetivos. Me decidí a comenzar a impartir clases de CrossFit (la había hecho muchas veces, pero nunca como una función semanal constante). La experiencia ha sido increíble. Poder disfrutar clase a clase de la energía, las ganas de aprender, el poder ayudar a otros y compartir el conocimiento es realmente uno de los momentos mas enriquecedores de mi día a día. El vivenciar como "cuando uno enseña, dos aprenden" es realmente espectacular (mención al gran Carlos Andrade). Mis mejores días comienzan con horas de clases. A pesar de lo malo que trajo la pandemia, también trajo consigo una especie de "colador", se quedaron junto a mi, en el proyecto, aquellos que tienen más desarrollada la vocación de enseñanza. Aquellos que conectan con sus alumnos y entienden que enseñar no se trata de uno, sino que se trata de entregar a otros sin esperar realmente algo a cambio, Adicional a esta experiencia de las clases de CrossFit, me lancé a "mentoriar" a 3 emprendedores en sus inicios de proyectos. También ha sido una experiencia muy enriquecedora. Espero con ansias cada una de las reuniones. El poder compartir mis experiencias y conocimiento con otros que se encuentran llenos de pasión comenzando el difícil camino del emprendedor. Poder ver su desarrollo y también el poder identificarme en sus luchas y sus dificultades. Me ha permitido también ver cuanto he aprendido y cuan valioso es el camino que he recorrido.
Toda esta etapa no deja de sorprenderme, me ha obligado a reinventarme una y otra vez. Pero sobre todo me ha dado el espacio para identificar cosas que no era capaz de ver. ¿Qué nos deparará el futuro?, Sólo se que estará lleno de desafíos, de momentos dolorosos, momentos enriquecedores y de muchas aventuras.
Compartir el conocimiento es un acto amoroso que construye comunidad...
ResponderEliminarQue bella y certera frase
ResponderEliminar