¿Cómo quieres ser recordado?
Desde hace un tiempo esta pregunta ronda mi cabeza. El concepto de la búsqueda de un propósito ha sido un motor que me ha acompañado los últimos años y me ha mantenido funcionando a altas revoluciones. No se si esta pregunta apela al ego de cada uno, por querer influir en como otros te ven, o si simplemente se trata de trascender más allá de lo finito de nuestra existencia. Después de tanto tiempo tampoco tengo muy claro como llegué a él. Como se gestó esto, si fue algo que elegí o que simplemente apareció. Pero sin lugar a duda me cambió por completo.
He pasado un año bien difícil. Siento que mis convicciones
han sido puestas a prueba día a día. Me ha golpeado este año una y otra vez, sobre
todo en lo que respecta a mi objetivo. Gran parte de mi proyecto, de lo que
hemos construido ha sido destruido por este año. Pero a pesar de todo, acá sigo,
después de casi un año luchando y recibiendo golpes, sigo creyendo firmemente
en mi propósito. Sigo aferrándome a pelear y no dejar morir este proyecto. Como
una idea que no respeta la lógica, como un sentimiento que no escucha la razón
e ignora cada golpe, simplemente la búsqueda continúa sin aceptar un no como
respuesta.
Es extraño como funciona. En variadas ocasiones he pensado
en parar. En salirme de esto y no seguir recibiendo más dolor. He visto como
esto me afecta a mi y a muchas personas que quiero. He llorado y he perdido
mucho (mucho más que lo económico). He decidió en más de una ocasión terminar
con todo esto. Incluso escribí una carta de cierre definitivo del proyecto, la
que sigue guardada esperando nunca ser usada. Pero a pesar de cada una de esas
acciones y esos momentos de dolor, cada día me levanto con la esperanza de
lograrlo, o al menos con la convicción de que de seguir intentándolo.
Hace una semana recibí un llamado de un alumno, un miembro
de la comunidad. Decidió tomar el teléfono y agradecerme por seguirlo intentando.
Sólo buscaba demostrar su agradecimiento por el esfuerzo que hago día a día. Porque
entiende la razón porque hago todo esto y todo lo que me ha tocado luchar este
año. Ese pequeño acto me generó una gran alegría. Me hizo sentir, por unos
segundos, que alguien más entendía lo que estaba haciendo.
Estoy harto de que la gente piense que este proyecto se
trata de las utilidades, del retorno de la inversión. “subiste los planes
porque quieres ganar más plata”. Este año la palabra ganar no ha existido para el
proyecto de Acción y todo lo que busco hacer es en pos de que el proyecto
sobreviva. Mientras, al igual que muchos chilenos, vivo de mi jubilación y las
migajas del gobierno. Hace mucho que la mejor decisión económica era cerrar el
proyecto y dedicarme a otra cosa. ¿Pero saben algo lindo del propósito? No se
trata de resultados financieros, se trata de tus valores y convicciones, y eso
no se tranza.
El día de ayer, después de un mal día (que es la tónica del
2020), le propongo a mi Sra. “¿Y si nos vamos de Chile?, comencemos de nuevo,
en un país que valore lo que hacemos, que entienda que los proyectos deportivos
impactan la salud de la población. Dónde esto se potencie y no sea perseguido.
Un país dónde la actividad física sea importante y que las autoridades lo
promuevan”.
Me miró y simplemente me respondió “¿y cual es la gracias
entonces?, ¿Qué vamos a cambiar?”
Es cierto, en gran medida esto se trata del desafío de
cambiar nuestra sociedad. Lograr cambiar el como vivimos. Aprender a vivir
mejor. Dar vuelta las estadísticas y que 74,2% de la población que sufre de
obesidad o sobrepeso empiece a entender la importancia de los buenos hábitos.
Que no se trata de “elegir vivir sano”, se debe trabajar por cambiar nuestra
sociedad. Eso no se hace con un par de campañas y planes de marketing. Eso
requiere del esfuerzo de todos.
Entonces ¿Qué estoy haciendo realmente? ¿Cómo quiero ser
recordado?
Intento cambiar nuestra sociedad, cómo ve el deporte y la
actividad física. Influir en los hábitos de las personas y ayudarlos a vivir
una vida mejor. Generar espacios dónde se disfrute de la actividad física en un
ambiente sano, no por vanidad, sino que por salud. Hacer entender a nuestras
autoridades de que la inversión en nuestra salud es la que tiene un mayor
retorno y que la salud no puede ser sólo reactiva.
No nos podemos preocupar de nuestra salud cuando nos
enfermamos, debiésemos preocuparnos de mantenernos saludables día a día.
Así que acá seguiremos luchando, por un propósito claro, con
un objetivo en mente. ¿Hasta cuándo? Hasta que simplemente no pueda seguir.
“Es difícil vencer a una persona que nunca se rinde”
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