¿Y si todo se arreglara?
¿Y si todo se arreglara?
Sería imposible negar que no he soñado con eso. No suelo aceptarlo, porque considero que es un ejercicio que no aporta mucho en estos momentos, pero el pensamiento se cruza por mi mente bastante seguido. Cosas como despertarme y que se haya acabado el COVID19 o que todo esto es parte de una pesadilla. En estos 7 años aprendí a dejar de esperar que me llegue una ayuda del "cielo". Simplemente en este tiempo he abrazado el concepto de trabajar duro por lo que quieres y no esperar que te regalen nada. Porque así es el mundo de los negocios, un mundo bastante descarnado dónde no importa mucho el que haces sino que siempre va a ser relevante cuanto generas, cuanto ganas, el mundo dónde la rentabilidad es todo.
No puedo negar que me entristece que todo se mida por esa variable. Que no se logre "ponderar" dentro de el trabajo que hacemos en Acción CrossFit el aporte que se hace a la comunidad al desarrollar espacios deportivos, el motivar a las personas a realizar actividad física y vivir una vida más sana. No puedo entender como se nos mide con la misma vara que a una botillería, un bar, una cafetería, una inmobiliaria. Como no son capaces de ver el aporte que somos más allá de la "rentabilidad"
El día Martes de esta semana recibí una invitación a una reunión con la Municipalidad de La Florida. Para los que no saben, uno de mis locales está emplazado en esta comuna y por ahora es el único que sigue sin poder abrir después de más de 8 meses. No me dijeron mucho, más que nada que el alcalde iba a realizar un anuncio respecto a un plan de ayuda a PYMES del deporte, a los centros deportivos. Primero que todo me llamó la atención. Mi primera reacción fue de desconfianza, pero también era la primera vez que alguien hablaba de centros deportivos/PYMES.
El día de ayer asistí a esta reunión, sin mucha claridad de que esperar. Todo partió bastante mal, ya que la citación era a las 16:00 horas y recién comenzó a las 16:40. ¿Lo bueno? Durante ese rato pude conversar con otro dueño de un box de CrossFit y compartir experiencias, hablamos de la situación de cada uno y como hay ganas y pocos recursos para salir adelante. Hablamos de la incertidumbre que enfrentamos y las ganas de que todo vuelva a la normalidad.
Finalmente aparece el alcalde Carter, cual Rockstar, con más de 40 minutos de atraso y raudamente toma el micrófono. Dado el contexto actual, las figuras políticas siento que a todos nos causan bastante rechazo, y sin haberlo escuchado hablar ya me quería ir del lugar. Pero ya estábamos ahí. Bueno, para mi sorpresa el alcalde empezó a hablar de una serie de conceptos de los cuales vengo escribiendo y que a la fecha sentía que no hacían eco en nuestras autoridades. El alcalde hizo hincapié en la importancia de los centros deportivos para la salud mental de las personas e hizo una diferenciación clara en lo que son los gimnasios y grandes cadenas, los pequeños centros deportivos. Al final de su discurso anunció la intención de liberar un subsidio de apoyo a los centros deportivos de la comuna, que nos ayudara a ponernos de pie y nos permitiera el pago de los costos fijos los primeros meses de operación. En su momento pedí la palabra para agradecer que finalmente alguien haya notado la importancia que tenemos en la comunidad y que si alguien no nos da una mano vamos a quedarnos sin centros deportivos y todos nos veremos perjudicados. Se comprometió la posibilidad de facilitar colegios para operar espacios deportivos y la posibilidad de, como a los restaurantes, cerrar espacios para dar clases de distintas disciplinas y ayudar a reactivar la actividad física.
Después de 8 meses, siento que cayó una ayuda inesperada. Finalmente tuve un día dónde recibí una noticia que no hundía más el proyecto sino que le daba esperanza. Por la mierda que necesitaba eso. No se imaginan cuanto he sufrido y llorado por todo esto y el sentir cualquier muestra concreta de apoyo es energía para seguir luchando.
No me interesa hacer campaña política por nadie y tampoco conozco tanto detalle del alcalde. Solo se que en esta ocasión encontré la ayuda en el que menos imaginaba, de un político, y tal vez no todo está perdido. Quizás encontraremos una salida, puede que después de tanta lucha tengamos un final feliz. Ya con una semana funcionando en dos locales y las noticias de ayer, puedo decir que he vuelto a sonreir.
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