El Salvavida de plomo
Creo que uno de los principales aprendizajes que me ha dejado el emprendimiento es el de lidiar con la incertidumbre. El aprender a constantemente adaptarse y nunca dejar de buscar nuevos horizontes. Despertarse cada día, literalmente a enfrentar un nuevo desafío, sin tener claro los resultados. En los primeros años recuerdo haber sufrido por esto. Recuerdo que me angustiaba mucho el no saber como llegaría a final de mes. Sentir que era todo tan dificil. Lleno de burocracia, de trabas que constantemente frenaban el crecimiento del proyecto, que no lo dejaban surgir. Por otro lado, también, es lo que más he disfrutado de este camino. No puedo negar que me genera un stress constante, pero a su vez me mantiene atento, alerta, siempre disconforme buscando cual es el siguiente paso. Que tendremos que enfrentar ahora.
Así es como llegó este 2020. Creo que no podría haber estado mejor preparado para esto. Después de 7 años de altos y bajos, de aprender a "prueba y error", de mucho aprendizaje y re invención llega este año con un gran desafío. Hasta Marzo se veía como un año difícil. Los acontecimientos de Octubre y el ánimo que existía en el ambiente hacía presagiar que el año completo lo viviríamos con dificultad. Pensaba con tranquilidad, no importa, tenemos 2 sucursales cada día más sólidas funcionando, tenemos una tercera con un enorme potencial que debemos darle el tiempo de levantar vuelo. Nuestro proyecto de rehabilitación deportiva sigue en un proceso de reinvención, pero ya vamos encontrando el camino y por último nuestro ecommerce comenzaba a dar frutos. Teníamos una serie de proyectos por delante y a pesar de que el panorama no era alentador sabía que podríamos navegar a través de las aguas que venían por delante.
Que equivocado estaba.
De un momento a otro todo cambio. El 16 de Marzo el mundo cambia su rumbo.
En una primera instancia se me viene el mundo encima. Pienso en lo peor y veo como todo lo construido pareciera que se va a ir al carajo. Después de un par de semana de autocomplacencia y victimización, decido poner en práctica todo lo aprendido. Hay que re inventarse una vez más, esta es una nueva oportunidad. Es un nuevo desafío, tal vez el más grande, y debemos sortearlo. Definir una estrategia e ir adaptándola a la realidad que vamos a ir enfrentando. Por supuesto que se podía lograr. Tenía miedo, pero también estaba ansioso de intentarlo.
Fue una difícil tarea ordenar y definir una estrategia. Pero se hizo. Se trazaron líneas y se asumieron los costos. De ahí nos lanzamos y no hemos parado. ¿Que resultados obtuvimos?
Como buen emprendimiento aprendimos nuevas formas de como no hacer las cosas. Cada una de las alternativas que hemos intentado a la fecha no ha dado resultado. Muchos de los proyectos que hemos desarrollado este tiempo no han logrado ver la luz. En muchos casos hemos trabajado en vano. Henos intentado con clases en línea, con clases personalizadas, con aplicaciones de entrenamiento, proyectos para empresas, re formular algunos proyectos de nutrición, re diseñar nuestro proyecto de Kids, arrendar equipamiento y a la fecha seguimos sin encontrar una salida.
¿Y porqué el título de salvavidas de plomo? Una de las primeras iniciativas fue ordenar la caja y refinanciar deuda. Había que dejar suficiente espacio para poder "fallar y re inventarse". Al final era una carrera contra el tiempo que debíamos ser capaces de sortear y lograr atravesar este puente financiero. Mis expectativas siempre fueron las de tener cerrados los locales por no más de 3 meses. Nunca imaginé lo que iba a suceder.
Ahora debemos enfrentar la realidad. Las "ayudas" que obtuvimos de los bancos para sortear el período de "inactividad" ahora nos empiezan a exigir y a hundir. Lo que fue una ayuda mientras no pudiéramos trabajar empieza a ser nuestro verdugo dado que seguimos sin poder trabajar. La ley de protección al empleo, que buscaba darnos un apoyo por un par de meses, ha hecho u ndaño enorme en nuestra caja y nuestro equipo. Todo lo que parecía una ayuda en un principio es aquello que nos comienza a hundir. Me parece tan estúpido al verlo desde afuera. No logro encontrar el sentido. Siento que al final nos dieron aire para dejarnos morir, sólo alargaron nuestra agonía.
Ya vamos camino a nuestro 8avo mes de no funcionar. Vemos con tristeza como algunos empiezan a funcionar y nosotros no podemos. Las deudas se siguen acumulando, las propias y las del box, cada vez tenemos menos miembros en nuestro equipo y el futuro sigue pareciendo incierto o incluso se ve desalentador. Cada nuevo intento, cada día de lucha es un fracaso más que nos acerca al fin. Pero no está muerto aquel que sigue luchando
No he dejado de luchar durante toda esta pandemia. Así como no he dejado de escribir. No se si ambos esfuerzos han servido de algo. Quiero creer que si. Elijo creer que si.
Me despierto cada día dispuesto a seguir intentándolo, seguir re inventandome y seguir luchando. Tal vez este nuevo intento si termine como una victoria. Como necesitamos una victoria!!!
Aprendiendo a emprender.
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