Aprendiendo del dolor
Durante este fin de semana pude ir a visitar a mis padres. Ambos, como es de esperar, están muy preocupados por mi. Pero en esta ocasión la conversación se volvió un poco más "inquisidora". Principalmente buscaron que asumiera el dar vuelta la página, de que terminara con el proyecto y todo lo que conlleva, que le diera un cierre y volviera a buscar un nuevo camino, o incluso, que volviera a empezar con esto de nuevo, pero más adelante, una vez que el COVID lo permita. Me trataron de insistir que no buscara trabajo, que siguiera por un camino independiente, pero que había llegado la hora de dejar ir este proyecto. Me ofrecieron toda su ayuda (se lo afortunado que soy) pero que ambos sentían que debía seguir adelante.
La conversación hay que entenderla desde el lado del cariño, del amor. Mis padres ven como he sufrido durante más de 8 meses, luchando porque este proyecto no muera y como padre puedo entender que lo que menos queremos es ver sufrir a nuestros hijos. Siempre desearíamos poder evitarles el sufrimiento. Ellos han presenciado todo el trabajo que implicó llegar hasta este punto y todo el esfuerzo y sacrificio que tiene este proyecto. Ven con tristeza como muchos han abandonado el proyecto y cuanto me ha afectado todo esto. Ven como el ánimo a veces ya no me acompaña y como busco soportar todo lo que me ha tocado vivir este año. Por supuesto, su reacción es la de querer protegerme, la de querer ayudarme. La de que no enfrente más este dolor.
Lamentablemente nadie podrá nunca llevar nuestro dolor, el dolor es personal, los procesos son personales y lo que podemos extraer de ellos también. Amo este proyecto y pese a que verlo morir es algo muy doloroso, darme por vencido es aún más, sentir que no luché hasta el final por salvarlo es algo que lamentablemente no puedo tolerar. Se que salvar el proyecto ya es prácticamente imposible. Pero también se que vale la pena intentarlo y que necesito sentir que hice todo lo posible, aunque eso traiga un dolor mayor al que quiero soportar. Pero también soy consciente de que el dolor pasará. Que llegará un momento que será solo un recuerdo y que está en mi el extraer de esta experiencia los mejores aprendizajes para el futuro.
Se que mis padres quedaron muy preocupados, pero por otro lado entendieron mi postura, entienden que este dolor necesito vivirlo, porque es parte de lo que soy, porque es parte de Acción y del compromiso que decidí tomar. Con uds, con la comunidad, con mi familia, pero por sobre todo, conmigo.
El futuro es incierto, pero son mis decisiones en el presente las que definen la construcción de mi realidad. No huyamos del dolor, aprendamos a vivirlo y a entenderlo, dejemos que nos enseñe y crezcamos con él. A medida que lo hacemos parte de nuestra vida logramos entender mejor cómo vivir.
Que tengan un lindo día y una excelente semana, puede que esta sea la semana que volvamos a sonreír.
Contigo siempre aunque sea virtual la conexión, grande Daniel!!!<3<3
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