Fuerte y Flexible (Proyecto Acción Senior)

Son tantas cosas que me ha quitado esta pandemia. Se ha encargado de ir apagando mis sueños y después de 8 meses miro con nostalgia muchas de las iniciativas que construimos y que nunca logramos que despegaran de la forma que esperaba. No obstante, quiero usar estas instancias para rememorar lo vivido, hacer un rápido análisis de las razones de los fracasos y contar un poco acerca de la historia de cada proyecto



Hace ya varios años atrás, creo que en el 2015 nació el proyecto de Senior. En aquella época ya íbamos por nuestro 3er año de proyecto, cosechábamos un crecimiento continuo y veíamos como nuestra comunidad crecía mes a mes. En aquella época, recuerdo haber recibido un correo de CrossFit que contaba la historia de un entrenador que comenzó a hacer clases en un Hogar de Adultos mayores. En el relato contaba como a través del deporte había logrado devolver autonomía y salud a personas entre los 65 y 85 años. La historia era maravillosa, desde pequeños detalles, de poder levantarse del baño sin asistencia o poder salir del auto de manera autónoma, hasta mejoras en la disminución de fármacos y una sensación de bienestar general. Luego de leer ese artículo recuerdo haber pensado, “deberíamos hacer algo así”, me junté con uno de los coach y decidimos hacer un piloto, invitar a los familiares de nuestra comunidad, mayores de 60 años, a realizar una clase de CrossFit, adaptada. El resultado del piloto fue increíble, logramos que asistieran más de 15 personas con los que compartimos una hora de ejercicio, salud y risas. Luego de terminar con el piloto la tarea quedaba clara, tenemos que hacer este proyecto como algo estable.

Aquí nace una clara preocupación, ¿Cómo logro que un proyecto como este, sea sustentable? Decidí que el objetivo era muy relevante y que no estaba dispuesto a abandonarlo. Y como fui aprendiendo en este proceso del emprendimiento, comencemos por intentarlo y después veamos como lo perfeccionamos, siempre que el proyecto sea coherente con el propósito.

El proyecto Senior comenzó tímidamente, con una clase a la semana los días Sábados, luego añadimos dos clases en la semana en horario de 9:30 y al tiempo ya teníamos clases todos los días, con un horario reservado y fuimos viendo como ese espacio se hacía parte de la comunidad. ¿Lo que siempre nos faltó? Llegar a más personas En esos tiempos el programa era gratis y aún así no conseguíamos llegar a muchas personas. Enviamos a dos de nuestros coach a capacitarse en un curso en clínica Meds, pero no lográbamos encontrar la forma de generar ingresos. Si, a esas alturas, veíamos el impacto positivo que generaban las clases en nuestros Seniors.

El proyecto continuo con sus horarios reservados, luego lo replicamos en nuestra sucursal de La Florida y por último en la Sucursal de Las Condes. En los tres locales usamos la “capacidad osciosa” para incluir estas clases y a punta de ganas seguimos con el proyecto adelante. En el tiempo vimos con alegría como el grupo de los Senior se incorporaba en la comunidad, generaba lazos de amistad y participaba de las distintas iniciativas deportivas que generábamos. Incluso generamos una competencia, con la idea de fortalecer lazos y seguir maravillándonos con todo lo que podían lograr. A pesar de que el proyecto nos llenaba en muchos sentidos, seguíamos sin poder llegar a la cantidad de personas que queríamos apuntar.

Intentamos distintas alternativas, fuimos a buscar en las municipalidades apoyo, nunca encontramos un compromiso real y tampoco entendían la importancia del tipo de entrenamiento que entregamos. Lamentablemente descubrimos que en aspectos de actividad física existe mucha ignorancia y desconocimiento, no fuimos capaces de cambiar esa visión. Siento que nos faltó un largo camino de educación, de mostrar más el trabajo que estábamos realizando, de darle mayor presencia al proyecto, pero lamentablemente como no logramos que generar ingreso, tampoco pudimos darle el foco, caímos en un círculo vicioso del cual no logramos salir. Al tiempo comenzamos a cobrar, ya que el proyecto tenía costos asociados y no generaba ingresos. Esto nos llevó a una baja de los alumnos. Decidimos volver a dejarlo gratis. Al final decidimos dejar un cobro simbólico de $1.000 mensuales como una forma de mejorar el compromiso de nuestros Seniors y mantener casi gratis el servicio, no como una decisión financiera, sino más bien una definición de principios. Realizamos distintas iniciativas, desde desayunos a competencias y continuamos tratando de empujar un proyecto que hacía de nuestro espacio de entrenamiento, un lugar de inclusión y de salud, dos de nuestros principales objetivos.

Solo para cerrar el relato, quiero añadir unas líneas. Más bien un pequeño homenaje. Uno de los grandes logros que cosechamos fue el que parte de nuestra comunidad de Senior participara del Open de CrossFit. Cada año se celebra una competencia a nivel mundial y en Acción lo vivíamos como una fiesta. A través de 5 semanas de pruebas físicas extenuantes que buscamos enfrentar en comunidad. Como nuestros Senior eran parte activa de la comunidad los invitamos a participar y para nuestra alegría, se animaron. Esta competencia global tiene la particularidad de tener categorías de edad y las pruebas están adaptadas para todos. Cada día Sábado nos juntábamos a realizar las pruebas, cada persona siempre tiene un juez asignado que se preocupaba de que se siguieran los estándares.



En esa oportunidad recuerdo que me tocó juecear a la tía Gaby. Ella era una de nuestras primeras alumnas de Senior, además de las clases de Senior ella entrenaba con un programa personalizado, con uno de nuestros coach. La particularidad de la tía Gaby era que estaba aquejada de una enfermedad degenerativa, pese a eso, ella era consciente que una de las formas de luchar contra esta enfermedad era a través de la actividad física. Que el deporte podía ayudarla a disminuir el avance de la enfermedad y tratar de vivir mejor. A pesar de que este tipo de iniciativa no tiene certeza del resultado si le entrega a la persona, que está aquejada por una enfermedad, cierta sensación de control, de que está haciendo algo por luchar contra esa situación. Siempre sentí gran admiración por ella, por su empuje, perseverancia y alegría. Además, que a través del tiempo pasó por etapas dónde se veía que sus síntomas disminuían, principalmente los temblores en las manos. Volviendo a la competencia, ese día el entrenamiento consistía en estocadas con dos mancuernas en la posición de front rack y jumping chest to bar. No recuerdo la cantidad de repeticiones o si tenía más movimientos, pero recuerdo como vi, a la tía Gaby, poner todo su esfuerzo, tomar las mancuernas y pese a sus temblores en las manos, hacer cada una de las estocadas, perseverar y no dejarse vencer por lo incómodo, por lo difícil. Después de un rato recuerdo que se sube a la barra, el movimiento requería que diera un salto y tocara con el pecho la barra, no lograba llegar, y así estuvo, durante casi dos minutos intentándolo, cada cierto número de intentos me repetía “Daniel, lo voy a lograr”. Nunca dejó de intentarlo y pese a que no lo logro para mi fue una experiencia que no voy a olvidar. Aquí estaba frente a mí, una persona que estaba enfrentando algo muy difícil como lo es una enfermedad degenerativa, tratando de luchar a su manera, aceptando las dificultades y enfrentándolas. Recuerdo que sólo la abracé al terminar la prueba y luego tuve que salir, simplemente no logré controlar la emoción y las lágrimas. Siempre recuerdo y extraño a la tía Gaby, siempre me gustó verla en el box. La extraño y siempre existirá en mi el recuerdo de ese Open, de como me enseño lo que es realmente la perseverancia. Extraño mucho el proyecto de Senior, ver a cada uno de los alumnos que participaba y contra todo seguía luchando por envejecer de manera digna, por mantenerse Fuerte y flexible para toda la puta vida.



De esto estaba lleno mis proyectos día a día. Esto era el motor que me hacía nunca detenerme y querer que cada una de nuestras iniciativas no se detuviera. Nunca encontré la forma de sacar adelante esta iniciativa, sigo creyendo que es un hermoso proyecto y lo extraño día a día.

 

Gracias a todos los que confiaron en este proyecto y aquellos coach que dedicaron parte de su tiempo a esta hermosa labor.

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