El rol del deporte y la actividad física en nuestra sociedad

 Esto claramente es una columna de opinión. En las siguientes líneas me gustaría plantear desde mi experiencia y perspectiva como debiésemos cambiar el rol que juega el deporte en nuestra sociedad. Como a través de un reordenamiento de nuestras prioridades y un entendimiento acabado de sus beneficios podemos aspirar a vivir mejor.

Hacer deporte es difícil, es indudable que requiere esfuerzo. Primero que todo hay que encontrar el tiempo en este frenético día a día para incorporarlo. Luego, si es de naturaleza colectiva, es más difícil, tenemos que coordinarnos con otras personas. Además, están los temas de equipamiento, ¿que necesito para la práctica deportiva? ¿Cuánto tiempo va a tomar?, por lo general no es poco. Después está el cansancio, me voy a cansar y eso duele. Voy a transpirar y probablemente quede bien sucio. Después tengo que alimentarme para recuperarme y preocuparme de hidratarme bien. Además, existen riesgos, me puedo lesionar, me puedo golpear. Reviste riesgos indudablemente. Por último está el costo de oportunidad, el usar un tiempo para una cosa y no para otra, como balancear.

Hasta ese párrafo debo haber resumido lo que le pasa a muchos a la hora de empezar con una actividad física o al menos eso busco.

A mi me gusta mucho pensar que hacer actividad física debiese ser como lavarse los dientes. Una actividad que se realiza todos los días y que, aunque los resultados no estén a la vista nos ayuda con la construcción de un plan a largo plazo, nos entrega un beneficio en el tiempo. Ahora si consideramos todo lo expuesto en el párrafo anterior. Podemos estar de acuerdo que la tarea de lavarse los dientes pareciera ser infinitamente más fácil que realizar actividad física.

Analicemos un segundo a los seres humanos, podemos estar de acuerdo que no somos muy buenos para tomar decisiones y cuidar de nosotros mismo. Hoy en día gran parte de las enfermedades que nos aquejan tienen que ver con nuestro estilo de vida. Hemos logrado extender nuestra esperanza de vida y mejorar nuestros indicadores de natalidad, pero no hacemos un muy buen trabajo a la hora de cuidarnos a través de los años. Es raro, pero en nuestro esquema de decisiones por lo general escogeremos el camino con menor resistencia, muchas veces a pesar de los beneficios. Cuando pensamos en los sistemas de recompensa nos daremos cuenta de que funcionamos con la lógica de la “zanahoria”, para ejecutar una tarea balanceamos el esfuerzo vs. el beneficio. Los beneficios de hacer actividad física 20 minutos todos los días no son tangibles. Eso hace que rápidamente nuestra “fuerza de voluntad” se vea mermada por el esfuerzo que requiere la tarea. Es difícil comprometerte a algo que no te muestra claramente sus beneficios.

¿Y los beneficios del deporte?. Creo que esto ya es conocido por todos. Pero la práctica constante de actividad física disminuye los riesgos cardíacos, disminuye las posibilidades de padecer diabetes, te mantiene alejado de problemas respiratorios, estimula tu sistema inmune, ayuda a la salud mental, mejora nuestra capacidad de conectar con otros seres humanos y un largo etcétera de beneficios. A pesar de todo esto, hacer actividad física de manera regular, es mucho esfuerzo. ¿Entonces que hacemos?

Si logramos que más personas realicen actividad física de manera regular. Si lográramos que más personas se comprometan a la práctica deportiva tendríamos un mundo más saludable y con personas que vivirían mejor. Por otro lado, mejoraríamos en temas de ausentismo laboral que golpea directamente a la economía (para aquellos que necesitan justificar desde una perspectiva económica todo) Si nos sentimos mejor, si estamos mejor, podemos ser mejores. Es tan simple como eso. Es lo que buscamos con la actividad física. Que todos tengan la posibilidad de vivir mejor.

Hasta este punto todo parece simple, acá aparecen conceptos como, “debemos educar a la población”. Más allá de que la educación es importante siempre, vamos a encontrarnos con que la mayoría de las personas sabe los beneficios de la actividad física. Simplemente es muy difícil por eso no lo hacen. Debemos alimentarnos bien, pero no lo hacemos, debemos hacer un sinfín de cosas que no realizamos. Llego el momento de entender que es una problemática que debemos abordar como sociedad. Debemos llevar a nuestra sociedad a entender la importancia de incorporar el deporte y la actividad física como parte de la vida. Debemos buscar diseñar un mundo y un entorno dónde hacer actividad física, mantenerse saludable tenga beneficios tangibles. Porque si incentivamos a las personas a vivir mejor, tendremos un mundo mejor. ¿Y acaso no todos queremos eso?

¿Qué planteo entonces? Necesitamos de un estado y una sociedad que se empodere en la importancia de hacer más fácil el acceso a la actividad física (¿debería ser parte de una nueva constitución?). Ese es nuestra responsabilidad. Debemos diseñar una sociedad dónde la práctica deportiva sea un hábito no una decisión. Debemos tener espacios y áreas reservados para estos temas. No podemos dejar que nuestra planificación urbana sucumba a la ley de la oferta y demanda. No todo puede ser más Mall y más tiendas. No puede ser que no incentivemos los negocios que entregan salud y bienestar a las personas y los dejemos competir directamente con una botillería o comida chatarra. La ley de la oferta y la demanda está supeditada a las decisiones de consumo de las personas. Creo que tenemos una responsabilidad como sociedad de modular de cierta forma las decisiones de las personas para que estas vayan en la dirección de vivir mejor. ¿Acaso estoy planteando el quitar la posibilidad de decidir? De cierta forma, quiero que el realizar actividad física no sea una decisión, sea parte de la vida, como lavarse los dientes. Que tengas la obligación de realizarlo todos los días. Si hacemos esto, los resultados van a ser una sociedad que tenga mejor salud, que viva mejor, que se sienta mejor. Ya está demostrado que no tomamos buenas decisiones. Llego el momento de diseñar nuestro entorno para que las buenas decisiones sean parte de nuestra vida y nos dediquemos a vivir mejor. 

¿Y dónde está la libertad? No quiero quitarte tu libertad, quiero entregarte herramientas para que vivas mejor, quiero que todos aprendamos a vivir mejor.

 Llegó el momento de diseñar la sociedad en la que queremos vivir, sedentaria y enferma o activa y saludable. Yo tengo claro la que quiero construir.

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