Una pequeña historia

 "Si te mueves te puedes morir, por la ubicación del coágulo se te debería ir a los pulmones, generando una embolia pulmonar"

Recuerdo que esas fueron las palabras que eligió el médico de urgencia para explicarme lo que estaba pasando, yo tenía 26 años. Había ido al Dr. pensando que tenía un desgarro. Nunca pensé en el desenlace al que me estaba enfrentando. Lo siguiente que recuerdo es quedarme "helado" en silencio en la camilla viendo como todo el mundo corría de lado a lado a mi alrededor, al estilo urgencia de clínica repleto. Deben haber pasado algunos minutos, decido tomar mi teléfono y realizar algunas llamadas,

Primero que todo a mi madre, sin haberle dicho nada ella ya iba camino a la clínica. Segundo llamado a la Fran, mi Sra., en ese tiempo no estábamos juntos, tenía miedo de lo que pudiera pasar, por lo que decidí llamarla de todas formas. Por último llamo a mi mejor amigo, para pedirle que fuera a buscar mi auto. Porque no había forma de que me fuera manejando de la clínica. Fueron difíciles las conversaciones. Nadie entendía nada de lo que estaba pasando.

Recuerdo que llegué cerca de las 19 horas a la urgencia de la clínica. A las 1:30 me estaba retirando, con mi sangre cargada de anticoagulantes y con una rabia y frustración enorme. Al momento de retirarme me enfrasco en una discusión con la persona del mesón, se les había caído el sistema por lo que me indica que tendré que asistir otro día a pagar la cuenta. Explote de rabia. Luego en el auto, con mi madre, ella me pide que nos vayamos para su casa para poder cuidarme, mi respuesta fue simple, "si me voy a morir preferiría que fuera en mi casa", lleno de autocompasión.

Recuerdo llegar a mi casa, acostarme y llorar durante varios minutos. Preguntarme, qué mierda está pasando.

La vida está plagada de momentos difíciles, a mi, en lo personal, esta historia me ayuda a recordar las cosas importantes. Me permite valorar literalmente el estar vivo. Muchos años después descubrí que en realidad mis probabilidades de morir con la trombosis que sufrí eran bastante bajas. No obstante en el momento sentí que me enfrentaba al fin. 

Ver a mis hijas crecer felices y sanas todos los días.
Disfrutar junto a la mujer que amo
Dedicar mi vida a ser un aporte al mundo
Una cerveza helada
El cariño de los míos.
Respetar mis valores.

Son cosas simples, que me llenan de felicidad y que puedo disfrutar todos los días mientras vivo.

Recuerden, las personas que valen son aquellas que están junto a ti en los momentos difíciles. Gracias por el apoyo de cada uno de uds en estos difíciles momentos que vivimos. Saldremos de esta unidos.

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