Seguir soñando
Que difíciles momentos atravesamos. Pero a pesar de esto mi determinación continua firme y mis ganas de seguir luchando por lo que creo se mantienen intactas. Al fin y al cabo, esas son realmente las convicciones, aquellas que, pese a los momentos difíciles, se mantienen firmes en el tiempo.
Quiero plasmar en esta líneas lo que sueño con construir. Hoy pareciera imposible, pero muchas veces así son los sueños, pero no por eso debemos dejar de buscarlos. Este sueño lleva un camino, partió hace ya 7 años, el capítulo que escribimos hoy es sólo parte de la historia. Hace 7 años, cuando comencé esta travesía, nunca imaginé que llegaría hasta este punto. Nunca imaginé lo que lograría, ni tampoco imaginé que esta etapa pudiese terminar de esta forma. Simplemente llegué acá. Pero hay ciertos sueños que quiero cumplir y que no dejaré de perseguir. Al menos, así lo siento en estos momentos.
Quiero construir un proyecto que dedique su energía a impulsar el deporte en las vidas de las personas. Así como existen distintos tipos de personas, existen distintas formas de llegar a ellas. Con el tiempo he aprendido que la actividad física tiene muchas formas y quiero ser parte de esas formas en la vida de la gente. El realizar actividad física es difícil, muchas veces cuesta y mi meta es buscar las formas que permitan a las personas disfrutar del deporte, a pesar de lo difícil que muchas veces puede parecer. El pilar principal son las personas, hacerlos sentir incluidos, en priorizar la conexión y el apoyo. El pilar fundamental lo construimos entre todos. No existen diferencias de edad, diferencias de género y no importa las diferencias en capacidades. Todos podemos disfrutar de nuestros cuerpos y el movimiento.
Sueño con un proyecto que impacte a las personas. Que logre un cambio en el estilo de vida de nuestra sociedad. Que permita a la gente priorizar su bienestar, partiendo por las decisiones que sí podemos controlar. Hacer actividad física, dormir bien, alimentarse de manera correcta, meditar, leer y disfrutar de nuestra humanidad en esos aspectos propios, que no requieren de factores externos. Aprender a cuidarnos.
Un proyecto que sea capaz de plasmar el bienestar de las personas como principal indicador. No el ingreso promedio por cliente, no quiero medir su éxito por el ROI, quiero medir el éxito por la calidad que se entrega y a cuantas personas logra impactar. Quiero ser capaz de hacer una diferencia cuando hablamos de que el 80% de las personas de nuestro país son sedentarias. Quiero que eso termine. Medimos constantemente nuestros proyectos por el impacto en la economía que generan, medimos su EBITDA y medimos su rentabilidad. Quiero un proyecto que el principal indicador sea el impacto que genera en su entorno y como ayuda a hacer un mundo mejor.
Siempre imaginé el equipo que quería formar. Un grupo de personas, peleando por un objetivo común, motivados por el propósito, por lograr impactar a más personas. Amantes del deporte y dispuestos a romper los paradigmas. Un equipo jóven que busque las maneras y no las excusas. Que ataque los problemas con una mente virgen y fresca. Que no tema a equivocarse y que se revitalice con cada uno de los desafíos. Un equipo resiliente incapaz de ser derrotado. Un equipo que viviera cada uno de los valores que queremos inculcar. Que vive el deporte, que cree en una alimentación saludable, que se cuida y cuida a los demás. Un equipo guiado por la pasión y dispuesto a luchar por un sueño que parece imposible.
Sueño con un proyecto que cambie la forma como miramos el deporte en nuestra sociedad. Que le entregue el lugar que se merece. Como formador de hábitos, como una fuente inagotable de experiencias, como ese espacio de simulación de la realidad, dónde podemos poner constantemente a prueba nuestra capacidad de trabajo en equipo. Dónde podemos aprender a relacionarnos mejor, de forma más humana y dónde podemos aprender a querernos más como personas.
Quiero llamar la atención de nuestra sociedad. Que muchos vean este proyecto como un ejemplo. Que entiendan que si se puede lograr. Que el problema no está en si es capitalismo o si es comunismo. El problema está en nuestra decisión. A que queremos dedicar nuestras vidas. Queremos generar ingresos o queremos generar impacto? Queremos la mayor rentabilidad o queremos un mundo mejor? podemos querer ambos? Nunca renunciar al impacto por sobre la rentabilidad, quiero mostrar que somos capaces de eso, quiero luchar por buscar la forma de lograr eso.
Sueño con 5 centros de entrenamiento que alberguen a más de 7.000 personas cada mes. Formando una gran comunidad que abrace el deporte y los valores que entrega.
Quiero lograr mezclar la tecnología con la actividad física e impactar a más 15.000 personas, de manera positiva cambiar sus vidas, quiero apoyarme en la tecnología para lograr esto.
Quiero lograr que más niños disfruten de la actividad física y terminar con las separaciones de género en el deporte.
Quiero que más personas entiendan que tener más de 60 años no es sinónimo de ser sedentario. Por el contrario, es una obligación mantenerse en movimiento.
Quiero ayudar a más personas, que tienen la pasión y el mismo propósito, a armar sus centros de entrenamientos, a que puedan vivir de ello y que cada día existan más espacio para que la gente realice actividad física.
Quiero seguir soñando y quiero que esta pesadilla se acabe.
No bajaré los brazos....
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