Ser tímido e introvertido

Debo haber tenido cerca de 10 años. Fue para un 18 de Septiembre. Como es costumbre en nuestro país, para estas fechas en los colegios se realizan una serie de actos. En esta ocasión tenía que participar del acto haciendo una presentación de las empanadas. Tenía que salir en un escenario, vestido de cocinero y hablar de esta típica comida chilena. El traje en sí era bien ridículo, lo que salía a decir me incomodaba y bueno, en todo sentido era algo que no quería hacer. Recuerdo que cumplí, me subí al escenario e hice la presentación. También recuerdo escuchar risas y odiar cada segundo de esa presentación. Me dio vergüenza, probablemente me acuerdo tanto de este momento porque lo atesoro como una de esas malas experiencias que dejan su huella en nuestra memoria.

Soy tímido e introvertido, aquellos que me conocen, se que no imaginaban esa declaración. Siempre, desde muy pequeño, odiaba tener que ir a lugares nuevos, porque me obligaba a socializar y conocer nuevas personas. Me cargaba tener que "hacer amigos". Siempre odié las situaciones dónde teníamos que exponernos al resto. Levantar la mano para opinar en clases o dar una presentación frente al curso. Fueron siempre experiencias que dentro de mis registros eran catalogadas como malos momentos.

Fui desarrollando una serie de pasatiempos en mi vida. En algún momento me volví fanático de los computadores, armaba y desarmaba computadores, me entretenía bastante el entender como funcionaban y era una actividad que realizaba solo. Me gusta tocar guitarra, pero siempre lo disfruté como una actividad en solitario, nunca quise presentarme al público o tocar con amigos. Fui al gimnasio durante 10 años, durante 5 de estos 10 años, fui a entrenar usando audífonos y evitando hablar con cualquier persona del gimnasio (cosa que por supuesto conseguí).Ya ahora de más viejo, disfruto leyendo y meditando, dos actividades que destacan por no ser colaborativas.

Cuando nos vamos al mundo profesional, debo decir que estudié ingeniería porque disfrutaba de sobremanera el pensamiento lógico. Siempre, para mi, fue un ejercicio en solitario. No hice muchas amistades durante mi carrera y siempre estudié solo. Una vez ya en el mundo laboral quise evitar aquellas "pegas" con foco comercial. Porque requerían más del trabajo con el cliente y de equipos. Siempre me atrajeron más los trabajos de análisis y planificación. Alejados de las luces y la farándula. Lo que en términos de oficina se llama el "backoffice" . Me gusta partir el día antes que el resto lo haya comenzado, principalmente porque me aseguro de estar solo, de poder pensar y trabajar solo, sin interrupciones.

Creo que en estos momentos la gran mayoría de los que trabaja conmigo, debe encontrar cada una de estas declaraciones como algo extraño. Imagino que ninguno  me definiría como alguien introvertido o tímido. Soy alguien que habla mucho y muy fuerte.Soy alguien que expone constantemente mis ideas. Aburro a mi equipo con presentaciones y tampoco muestro un carácter muy reservado. 

De cierta forma soy un introvertido, me siento cómodo en mi soledad. Pero reconozco el valor del trabajo colaborativo. Disfruto cuando una idea es fortalecida por la opinión de otro y me maravilla el destruir conceptos y ver como en una discusión estos son derribados. Veo como el trabajo en equipo nos conecta y nos permite lograr grandes resultados. Me esfuerzo por exponer mis ideas y comunicarme mejor, buscando ayudar a otros en el camino e influir en el resto con mis aportes.

Pese a sentirme un introvertido veo con envidia cada una de las tedtalks que tanto disfruto. Admiro a esas personas que son capaces de subirse a un escenario y deslumbrar con su retórica. Que son capaces de sacar una sonrisa, entretener, comunicar e impactar con sus ideas. Y constantemente pienso y sueño con cuánto me gustaría hacer algo así. Pese al miedo que me genera.

Con estas líneas solo quiero decirles que está bien ser introvertido, pero no dejes que esa característica prive al mundo de conocer lo que piensas. No está mal que te guste la soledad, pero hay tanto que lograr con las conexiones con el resto. Se que te puede poner incómodo, que es difícil y a veces incluso se siente como que no vale la pena. Pero cuando esa larga reflexión logra conectar con otra personas, ese momento de soledad se convierte en un momento de conexión, en un multiplicador y por qué no, en tu pequeño grano de arena que puede cambiar el mundo. Vale la pena intentarlo.