Hablando de Motivación

El día de ayer tuve el privilegio de acompañar en una conversación, respecto a la motivación, a nuestra querida coach Andrea Rodríguez. La conversación fue bastante fluida y se trató principalmente de hablar acerca de la experiencia de Andrea en esta pandemia y como ella ha enfrentado el entrenamiento. En términos prácticos las recomendaciones fueron las que conocemos como exitosas. Definir objetivos, hacerlo a primera hora de la mañana, prepararse para lograrlo, todas hacen referencia a la generación de hábitos y como construir estos requiere de cierto orden y planificación. Ahora, si nos vamos a el tema de la motivación, entendiéndolo como esta energía, esta fuerza que nace desde adentro y que nos lleva a conseguir nuestros sueños, ¿que sabemos?

Sabemos que la motivación no es una “fuerza”, entendiendo que una fuerza es un vector que tiene magnitud, dirección y sentido. Sabemos que se habla de más o menos motivación, que se va perdiendo la motivación con el tiempo, que hay personas que parecen más motivados que otros y que existe gente que pareciera tiene fuentes inagotables de motivación. Pareciera, según como nos referimos a ella, que la motivación se podría medir. Y por lo tanto podríamos definir que hay gente que tiene más de esta energía tan preciada que otras personas.

¿Como descomponemos el concepto? Tratemos de entender a que nos referimos cuando hablamos de motivación. Por lo general cuando nos referimos a alguien muy motivado, estamos hablando de alguien muy disciplinado, porque pese a la adversidad es capaz de seguir adelante, aparece la resiliencia como concepto, o en algunos casos nos referimos a personas, que, pese a las dificultades, se mantienen con una actitud positiva. Acá encontramos las primeras directrices. Dos conceptos importantes dentro de la motivación, la disciplina y la actitud.

Cuando hablamos de perder la motivación en el tiempo, por lo general se trata de como se va desgastando el esfuerzo en la repetición de una tarea en el tiempo. La resistencia, las dificultades, la adversidad en la realización de una tarea, lleva a que en el tiempo se desgaste. Al final esto hace referencia al esfuerzo en el tiempo. Todo esfuerzo, que requiera ser sostenido en el tiempo, necesita de la sensación de avance (esto es un componente psicológico que todos tenemos). Cuando nos sentimos que no avanzamos, se hace difícil continuar. Muchas veces el tiempo juega en contra de sostener un esfuerzo.

Cuando hablamos de personas más motivadas que otras o de aquellos que pareciera que tienen fuentes inagotables de motivación, estamos hablando mucho de la actitud. La capacidad de muchas veces enfrentar tareas complicadas con una sonrisa. Aquellas personas que son capaces de enfrentar la adversidad como parte del camino y que pareciera que nada es capaz de desanimarlos. Pareciera ser que esto hace más referencia a como decidimos enfrentar la adversidad más que una receta mágica para enfrentarla.

Entonces que concluimos de todas estas líneas. Al parecer tiene que ver con enfrentar situaciones adversas para lograr un objetivo con la actitud y disciplina correcta. El lograr la meta planteada será una variable que dependerá de la cantidad de esfuerzo en el tiempo a realizar. A mayor esfuerzo y tiempo de ejecución, es más probable a ir perdiendo la actitud positiva y el foco en la disciplina.

Claramente la motivación es un término psicológico bastante complejo de entender. Lo que si tengo claro es lo siguiente. La pérdida de motivación tiene mucho que ver con “enamorarse” del objetivo, sin “enamorarse” del camino a recorrer para lograr ese objetivo.

Los seres humanos nos trazamos objetivos, pensando en la consecución de este.

Llegar a la cima de un gran cerro, tener una pareja maravillosa para toda la vida, ser una estrella de rock, tener el cuerpo de modelo que siempre he soñado.

Cada uno de estos objetivos requiere un camino de largo esfuerzo y la consecución del objetivo representan un punto en el tiempo mínimo dentro del proyecto completo. Llegar a la cima del cerro pueden ser un par de minutos, pero el trayecto de ascenso estará lleno de dificultades, situaciones adversas y cansancio. Tener una pareja para toda la vida requiere cultivar una relación, aprender a escucharse y superar desafíos en conjunto, requiere mucha empatía y comprensión. Ser una estrella de rock requiere aprender a tocar un instrumento, que en si exige paciencia y dedicación. Requiere tolerar muchos rechazos y pasar dificultades económicas. Requiere intentarlo una y otra vez, coordinarse con un equipo y componer muchas canciones, como dice ACDC “it’s a long way to the top if you wanna rock & roll”. Por último, tener el cuerpo soñado requiere esfuerzo y dedicación. Requiere sacrificios alimenticios y horas de entrenamiento. Es un camino largo y que además necesita de un compromiso constante.

¿A qué apunto con todas estas líneas? Es necesario, cuando tracemos objetivos o soñemos con la consecución de sueños que seamos capaces de evaluar el camino y “enamorarnos” de él. Tanto como de la meta que queremos realizar. A final de cuentas, pasaremos la mayor parte del tiempo trabajando en lograr la meta, más que en la meta misma. Por lo que, si no somos capaces de disfrutar el camino, es altamente probable que no logremos conseguir la meta.

Enamórate de las tareas, Enamórate del esfuerzo, no del objetivo.


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