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Competir y compartir

Este fin de semana vivimos una linda jornada en el box. Celebramos los 6 años del proyecto de Las Condes. Un proyecto que costó de sobremanera levantar. Un proyecto que nació al alero de Acción CrossFit Providencia, un box que en esos minutos estaba en lo más alto. Con la responsabilidad de replicar el éxito de su “hermano mayor”, el proyecto comenzó en 2019, un 14 de octubre, apenas cuatro días antes de un evento que cambió para siempre nuestro país. Recién inaugurado el box, nos tocó vivir el famoso “Chile despertó”. Antes de la inauguración ya habíamos tenido un problema enorme que puso en peligro todo el inicio. Fuimos estafados durante la construcción del galpón. A un mes de iniciado el proyecto, el encargado de levantar el espacio desapareció con la mitad del dinero y no supimos más de él. Tuvimos que adaptarnos. Quienes entrenaron con nosotros en esos primeros meses recordarán esa época de la carpa. Decidimos cubrir la mitad del box con una lona y comenzar las clases ahí, mientr...

Creer en el potencial humano

“Pero no tenemos ningún coach en el equipo que pueda hacer eso. ¿Te imaginas a nuestros coaches ayudando a los alumnos a identificar sus motivaciones, acompañarlos en sus procesos de transformación, realizar asesorías de fitness y generar mayor valor en sus servicios?” Esa fue la frase con la que cerramos una reunión con mi gerente de RRHH. Suena pomposo hablar de un gerente en una PYME como la nuestra, pero somos agrandados. Esa conversación marcó un punto de inflexión. Entendimos que el cambio estratégico que estábamos intentando implementar tenía una piedra de tope, y esa piedra no estaba en los números ni en la estrategia, sino en las personas. En nuestro equipo. Hasta ese momento, unos tres o cuatro años atrás, nuestro foco había sido claro: clases grupales. Trabajábamos incansablemente para entregar un servicio de alto estándar en un formato colectivo. Veinte personas por clase, mucha energía, mucha intensidad. Les dábamos altas dosis de CrossFit porque sabíamos que hacía bien, q...

El mundo necesita más Chikis

El día de ayer celebramos los 7 años de mi hija pequeña. La chiki llegó hace 7 años a cambiar una vez más mi vida, me ha enseñado tanto y me ha hecho crecer de formas que no imaginaba. A sus 7 años es tanto el amor que me entrega dia a día. Sus dulces palabras hacen que mis emociones se aceleren una y otra vez. Porque si hay algo que la chiki sabe hacer es querer con el corazón, es querer con todo, sino ¿para qué?. Ese cariño constante que me entrega hace que mis días brillen, literalmente se sienten brillantes, se sienten iluminados, es como un faro que me permite sentirme querido y entregar cariño a diario. No tengo palabras para explicarlo, pero si hay algo que esta pequeña logró en mi es remover emociones que siemrpe traté de esconder, que siempre mantuve "escondidas". Sentir tanto no parecía correcto. Con ella me puedo dar licencias de sentir a fondo, de jugar a fondo, de querer como ella te enseña, con todo el corazón. No se imaginan lo que es tener un mal día y llegar ...

Delegar o abdicar

Hablar con emprendedores de manera regular te muestra puntos en común. Una frase que se repite una y otra vez es: “tengo que aprender a delegar.” Pero con el tiempo —y sobre todo después de leer The E-Myth— me di cuenta de que lo que la mayoría entiende por “delegar” en realidad se parece mucho más a abdicar. Abdicar: Renunciar a algo propio, especialmente a una idea o una creencia. Usado más como intransitivo. Cuando dices que necesitas “aprender a delegar”, en realidad estás diciendo que quieres dejar de tener que hacerlo todo. Porque si estás emprendiendo, es muy probable que hagas demasiadas cosas. Que cada día parezca volar y, aun así, mires tu lista de pendientes y sientas que no avanzaste en nada. Esa sensación se acumula. Los días pasan, el cansancio se instala y sabes que necesitas ayuda… pero estás atrapado en la idea de que nadie puede hacerlo como tú, que nadie se va a preocupar tanto, que nadie le va a poner el cariño que tú le pones. Te cuento un secreto: eso es solo parc...

El último gimnasio de tu vida

El proyecto de Acción ha ido cambiando con el tiempo; es algo de lo que he escrito en varias ocasiones. Todos estos cambios nos han quitado cosas, pero también nos han entregado otras. Uno de los principales giros tiene relación con un mantra que nos acompañó desde el inicio: “llegar a más personas.” En los primeros años, mi foco con el proyecto estaba muy claro. En nuestro país existe un serio problema de acceso a la actividad física. Las tasas de sedentarismo son altísimas y poder generar un cambio en eso parecía una cruzada inspiradora. Quería ser un agente de transformación en la sociedad, ayudar a las personas a vivir mejor —con mejor salud física y mental— a través de la metodología de CrossFit: una herramienta diseñada para preservar la salud a lo largo de la vida. Todo parecía perfecto. Entonces, ¿por qué cambiamos? Con el tiempo fuimos alcanzando algunos de esos objetivos de volumen. Llegamos a tener tres sucursales y más de 1.600 alumnos. A comienzos del 2020, antes del COVID...

De odiar vender a amar ayudar

Voy a escribir hoy desde la bipolaridad máxima de mi persona. Durante años me repetí la misma frase: “odio vender.” Tenía una serie de prejuicios sobre lo que significaba vender, y además me parecía una labor poco desafiante. Creo que mucho de esos prejuicios vienen de la clásica imagen del vendedor de autos: ese tipo que engaña, manipula o embauca con tal de cerrar una venta. Me parecía sucio, carente de ética, vacío de propósito. Esa visión me acompañó por años, y cuando comencé mi carrera profesional lo declaré abiertamente: “no quiero trabajar en ventas.” Quería mantenerme lo más alejado posible de las áreas comerciales. Hoy me encanta escribir sobre lo equivocado que tantas veces he estado. Durante mis años corporativos trabajé principalmente en finanzas. Pero, curiosamente, mi primera experiencia fue justamente en un área comercial. Así de rápido traicioné mis principios. En esta etapa aprendí mucho, trabajé con grandes profesionales y guardo buenos recuerdos. Pero igual me cambi...

Desconectarse para conectarse.

En el último tiempo estoy dedicando parte de mi tiempo a dar asesorías gratis a personas que quieren iniciar un camino de fitness. Debo decir que me gustan mucho estas reuniones. Me permiten conocer un poco más a las personas, entender sus motivaciones y ayudarlos a definir un camino que los lleve a conseguir eso que están buscando. Uno de los motivos que más se repiten en estas reuniones es el querer usar el deporte o la actividad física para desconectarse. La desconexión es el acto o efecto de interrumpir un vínculo, relación o flujo entre dos elementos. Puede referirse tanto a aspectos físicos como a aspectos emocionales, sociales o tecnológicos. ¿Por qué queremos desconectarnos? Cuando comencé haciendo CrossFit, hace más de 13 años atrás, recuerdo como una de las cosas que más me fascinó, comparado con el gimnasio, era esa desconexión. Cuando entrenaba pesas en el gimnasio estaba lleno de tiempos "muertos" entre series. Esto me entregaba mucho tiempo para pensar en cosas....